Nuevo paso al frente en la conformación de la plantilla 2022/2023 de un Real Madrid que ha cerrado ya definitivamente el apartado portería. Andriy Lunin ha tomado la decisión de continuar un año más por el conjunto blanco y desechar así las opciones de sumar minutos en otro equipo de LaLiga. Los porqués de dicha medida sobrepasan el terreno de juego o los guantes.
No han sido años fáciles para el portero de 23 años que pudiese finalmente debutar de manera oficial con los blancos por LaLiga el pasado mes de mayo. Lunin se quedó con la segunda ficha de portero de cara a un curso donde el nivel de Thibaut Courtois y la continúa lucha de los blancos en todos los frentes fueron aplazando un debut que no llegaría hasta el famoso derbi del no pasillo en el Wanda.
Pese a sus buenas prestaciones en las últimas semanas, desde el entorno del club comenzaron a sonar nombres como el de David Ospina para asumir ese rol de suplente de Thibaut Courtois mientras Lunin sumaba experiencia lejos del Bernabéu. Tras varios días de análisis, el ucraniano ha decidido luchar en la capital por contar con esos minutos que considera merecer.
Una decisión más allá del césped
Lunin y su pareja han tenido que lidiar desde el extranjero con todo lo que ocurre al este de Europa. En medio de una incertidumbre diaria por el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, el Real Madrid se volcó como nunca con un portero que sumado a todo a esto, acaba de ser padre en los últimos meses.
Andriy no quiere criar a su hijo lejos de una ciudad que siempre le ha abierto las puertas, donde se siente cómodo y en la que su familia desea permanecer para olvidar los horrores que se viven en su tierra natal. Lunin cierra la posibilidad a una cesión y luchará dentro del Madrid por seguir sumando minutos y encuentros.
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