No hay paz que dure en un Paris Saint Germain donde ni el cambio de entrenador, director deportivo o renovación firmada por todo el petróleo del mundo puede esconder lo que se viene cociendo desde la ‘traición’ de Kylian Mbappé a Florentino Pérez. La ruptura de la estrella francesa con Neymar vuelve a poner la derrota con el Real Madrid en la herida del proyecto qatarí.
El vestuario arde por un choque de egos que se ha instalado en las últimas horas. La actitud del número ‘7’ y esa decisión de no correr en un ataque del PSG donde la pelota no llegó a sus pies estuvo acompañado por una discusión con Neymar por el lanzamiento de un penalti que hizo al brasileño dar diversos ‘likes’ en redes sociales: “En ningún club del mundo se dejaría a N10 sin tirar los penalti…seguro que el francés lo hace por términos en el contrato".
Y es que el poder y los permisos que mantiene Kylian desde que renovase con el PSG hasta el 2025 siguen pasando factura en una entidad donde la cabeza de Leonardo o Mauricio Pochettino ya fue ‘cortada’, donde varios jugadores tuvieron que abandonar el club tras no contar con el favor de Mbappé y donde todo lo que ocurra sobre el césped debe pasar por el delantero de 23 años.
La derrota con el Madrid sigue pasando factura
L’Equipe asegura que los roces entre Neymar y el propio Kylian parten desde ese glorioso 9 de marzo donde los blancos volvieron a poner de rodillas a todo el proyecto qatarí. Desde entonces la figura del brasileño se encuentra más que cuestionada e incluso los peores reportes afirman que fue Mbappé quien pidió su marcha de la capital francesa en el presente verano. La situación es insostenible.
Hasta Luis Campos ha tenido que meter mano en una crisis que se ha tomado el Parque de Los Príncipes y que sigue dando fuerzas a quienes consideran lo ocurrido en el Bernabéu como el principio del fin para muchos de los habituales del PSG. Mbappé empieza a convertirse en dictador y desde la sombra, Nasser Al-Khelaifi no tendrá problemas en cumplir todos sus deseos.
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