Lo nunca visto: crean un laboratorio para estudiar el césped del ‘nuevo’ Bernabéu

Se ha creado una maqueta a escala real para ensayar y ajustar el sistema de la 'cueva'


Nuevo Estadio Bernabéu

Nuevo Estadio Bernabéu




Todos los sistemas instalados en el futuro templo blanco estarán más que comprobados antes de ser instalados. Los trabajos se están realizando de forma minuciosa para que no ocurra ningún solo fallo a la hora de la verdad.

Para conseguir esta perfección, se podrá a prueba meses antes, tal y como ocurre con el sistema de automatización del terreno de juego, según informa 'Nuevo Estadio Bernabéu'. De hecho, se ha instalado una maqueta a escala real para poner a prueba esta estructura tan innavadora.

Se ha construído un laboratorio agronómico para estudiar, ensayar y ajustar el sistema del terreno de juego mecanizado. Al tratarse de césped, es necesario realizar una comprobación previa para conocer a que condiciones estará sometido el fúturo césped del Santiago Bernabéu.

Se busca calibrar todos los parámetros en las instalaciones de cultivo antes de que se implante de forma definitiva bajo el estadio. Los operarios trabajaran gracias a la información recogida por los sensores localizados en el césped que y cuyos datos serán pocesados gracias a un sofware creado exclusivamente para dicha función.


Una maqueta a escala real

El Laboratorio Agronómico de la Ciudad Real Madrid está compuesto por un edificio de 900 metros cuadrados. La estructura cuenta con un perfecto aislamento térmico del exterior y está dotado de sistemas de climatización y ventilación, estableciendo las mismas condiciones que se encontrarán en la 'cueva' del Bernabéu.

El edificio cuenta con dos bandejas de menor tamaño, pero que son análogas a las instaladas en el estadio. Estas permitirán comprobar todos los movimientos y comportamientos del césped durante los ensayos realizados.

Y por último, esta prueba tendrá tres objetivos principales que se buscarán cumplir. Identificar los puntos óptimos de calibración de los sistemas, reducir el riesgo de ataque fúngicos, identificar las mejores prácticas para el manteniemiento del césped y desarrollar un programa acorde a los datos recogidos.