Alfredo Pedullá fue el primero en marcarlo: “El Real Madrid va a apostar como nunca por Josko Gvardiol”. El defensor croata de 20 años y un inmejorable presente en el Mundial de Qatar 2022 surge como una nueva variante para una defensa donde en caso de cerrarse su arribo, pueden venirse hasta dos dolorosos sacrificios para Carlo Ancelotti.
Se habla de montos cercanos a los 90 millones de euros, de un zaguero que dominará las áreas del fútbol europeo en la próxima década y de un jugador con pocos similares ahora mismo en el mercado. El Madrid sabe que no hay hueco para todos y que pese al presente de Eder Militao, más pronto que tarde habrá que inyectar sangre nueva a la última línea del conjunto blanco.
Un hecho que se ve reforzado igualmente por la polivalencia de Josko, quien se siente igualmente cómodo en la posición de zaguero como de lateral por izquierda. Su velocidad en las carreras cortas y su potencia para cortar los centros cruzados, acompañada de una capacidad para salir en con el balón a ras de césped que encaja a la perfección con ese estilo que Ancelotti pretende para los guardianes del arco de Thibaut Courtouis.
¿Dos sacrificios?
Verano del 2023 supondrá algunas salidas de peso en el conjunto blanco gracias a la finalización de diversos contratos que todavía deben ser analizados por Florentino Pérez. El nombre de Nacho Fernández y el de Ferland Mendy, los más perjudicados si es que Josko Gvardiol arribase al Bernabéu.
El primero tiene apenas contrato hasta el próximo 30 de junio y si bien se pretende que siga dentro de la plantilla, las ofertas de la Premier League y la ausencia de minutos hacen dudar al canterano por estas horas. En cuanto al lateral galo, su nombre viene apareciendo en esa carpeta de posibles ‘sartenazos’ que el Madrid no dudaría en ingresar si es que hay liberar fichar para nuevas incorporaciones.
El nivel de Gvardiol, su polivalencia, el contrato de Nacho y el futuro todavía incierto de Mendy para el Real Madrid, un coctel de situaciones que llevarán a tomar grandes decisiones si es que ele defensor croata de 20 años acaba convirtiéndose en el próximo capataz de Carlo Ancelotti. No hay lugar para todos.
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