Algunos han querido lanzar un mensaje que ha dejado un pequeño 'escalofrío' entre muchos madridistas. En la Ciudad Condal se ha organizado un movimiento masivo para lanzar la gran falsedad de la mañana: "Si Vinicius recibe una tarjeta amarilla contra el Barça esta noche, no jugará el partido de vuelta el 5 de abril en el Camp Nou", comentaban grandes cuentas del club azulgrana.
Obviamente, se trata de un farol. La normativa de la RFEF cambió desde hace años y las tarjetas se 'limpian' en las semifinales. Un método que sirve para dejar atrás esas polémicas imágenes de los distintos jugadores que se borraban y que elegían, a la carta, qué partido jugar. Una medida justa, a su vez, para que ningún jugador se pierda una ronda avanzada de un torneo por acumulación de amarillas.
Vinicius, a su vez, ya cumplió ciclo de amonestaciones en el Real Madrid-Elche de Liga. El brasileño se perdió el partido del Santiago Bernabéu y pudo tener descanso en ese lapso de tiempo. El de Río de Janeiro está extramotivado y quiere repetir lo de Liverpool. Volvió a ver cómo su nombre copaba titulares y está preparado para seguir tapando nombres.
Obsesión de Xavi
Un Vinicius que será la obsesión de Xavi Hernández. Frenar las acometidas del crack de Brasil es una de las máximas obsesiones que tienen en Barcelona. Planean hacerle una 'jaula' para evitar que se mueva con facilidad y para anular sus contragolpes.
Carlo Ancelotti apostará por un tridente con Vinicius y sin Rodrygo. El ex del Santos se quedará en el banquillo y en su lugar estará Fede Valverde. La delantera la completará Karim Benzema, en punta de ataque, buscando repetir la gran actuación que ya tuvo en el partido de Liga.
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