Carlo Ancelotti tenía claro que, a pesar de contar con una ventaja de 2-5 a su favor, el partido ante el Liverpool se lo tenía que tomar en serio desde el principio. Es más, desde la alineación. Así las cosas, el italiano puso un ‘11’ en el que se guardó la bala de Rodrygo, algo que le encanta (no tanto al jugador), y en el que Camavinga volvía a relegar a Tchouameni al banquillo porque tanto Kroos como Modric son intocables para Carlo en este tipo de encuentros.
El Real Madrid arrancó el encuentro con una consigna muy clara, no cometer ningún error. La idea salió a medias, básicamente porque en una cesión de Carvajal hacia Rudiger el alemán no midió bien, la pelota le pasó por encima y le costó un susto que el mismo Antonio logró subsanar ante Salah. Lo hizo en parte porque el balón acabó llegándole a Núñez que se encontró con Courtois.
Ocasiones clarísimas de Vinicius y Camavinga
Eso sí, ese pequeño lunar en el arranque acabó siendo una especie de oasis en el desierto porque el Real Madrid firmó unos muy buenos primeros 25 minutos de choque. De hecho, los de Ancelotti tuvieron dos ocasiones clarísimas, una de Vinicius y otra Camavinga, que se encontraron con sendas paradas milagrosas de Alisson para evitar el 1-0.
El Liverpool no presionaba de una manera tan ‘suicida’ como en la ida, circunstancia que el Madrid aprovechaba para moverse como pez en el agua. Kroos, espectacular en el toque, movía a los suyos (y a sus rivales) a su antojo. Modric, en un golpeo desde fuera del área a bote pronto, estuvo cerca del gol.
El Real Madrid no sintió que el Liverpool estuviera cómodo. La medular de los blancos se imponía con el balón en los pies ante un equipo, el inglés, al que se le veía con miedo, con la mente puesta en esos contragolpes que le destrozaron en el choque de ida. Al descanso, el 0-0 dejaba a los de Ancelotti con la misma renta a su favor en la eliminatoria… con 45 minutos menos.
El paso por los vestuarios no cambió en demasía el guión de partido. El Madrid seguía dominando la pelota ante un Liverpool que no terminaba de ir realmente a por el gol que le metiera de nuevo en la pelea por la eliminatoria.
Es más, si alguien estaba cerca de abrir el marcador en el Bernabéu ese era el Real Madrid. En una recuperación de balón entre Valverde y Benzema el uruguayo se presentó delante de Alisson pero no acertó a superarle por culpa de un mal golpeo.
Benzema hizo justicia
El 0-0 estaba siendo un resultado injusto, el Madrid merecía más. Los de Ancelotti habían generado ocasiones suficientes como para ir comandando el encuentro y esta vez el fútbol iba a ser justo. El gol no fue el más bonito del mundo, cierto, pero fue un premio a la pelea constante de un incansable Vinicius que, una vez más, fue un martillo pilón por su banda. En esta ocasión le ganó la partida, desde el suelo, a Van Dijk para asistir a Benzema y que el ‘9’ solo tuviera que empujar el gol. Un tanto que Karim no pudo celebrar como merecía, ya que venía de recibir un golpe que le dejó algo tocado.
Ese gol de Benzema cerró una eliminatoria que se acabó llevando el Real Madrid por un concluyente 6-2. Una goleada sin paliativos, un resultado que confirma que, una vez más, cuando la musiquita de la Champions no hay quien pueda con los de blanco. Los de Ancelotti, a cuartos de final con el claro cartel de favoritos.
Ficha técnica
Real Madrid 1: Courtois; Carvajal (Lucas 85’), Militao, Rüdiger, Nacho; Camavinga, Modric (Ceballos 81’), Kroos (Tchouameni 82’); Valverde, Vinicius Jr (Asensio 83’) y Benzema (Rodrygo 81’).
Liverpool 0: Alisson, Alexander-Arnold, Konaté, Van Dijk, Robertson, Fabinho, Milner (Chamberlain 73’), Gakpo, Núñez (Elliott 56’), Salah y Jota (Firmino 56’)
Goles: 1-0 Benzema (78’)
Árbitro: Felix Zwayer. Amonestó a Klopp
Estadio: Santiago Bernabéu.
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