El Madrid consiguió un valioso empate en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones frente al Bayern de Múnich (2-2) y lo hizo con una novedad llamativa en su ataque. Por momentos, Vinicius ejerció de delantero centro, como ya hizo ante el City en el Etihad, y Rodrygo en el costado izquierdo.
El sistema viraba a un 4-4-2 cuando el Madrid defendía, cosa que hizo durante el primer tramo de la primera parte, sobre todo.
Rodrygo ejerció una labor importante en este aspecto, aunque todo su potencial lo demostró ya en la segunda parte. Cuando apenas quedaban diez minutos, en torno al minuto 82, provocaba un penalti tras recibir una gran asistencia de Vinicius. Kim le hacía un gran placaje importante al ‘11’ blanco y el colegiado Clément Turpin señalaba el lanzamiento desde los once metros.
Hay que decir que, previamente, Ancelotti ya había cambiado al brasileño a la banda derecha tras tener varios problemas para irse de su lateral.
El gran papel de Rodygo, en definitiva, se sumía en su colaboración con la zaga, pero lejos del nivel ofensivo que se le demanda.
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