Las segundas partes nunca fueron buenas

El equipo sufre en los segundos períodos por su condición física





Tras un comienzo de temporada en el que Manuel Pellegrini defendió a capa y espada las rotaciones, desde que se inició la parte dura del calendario el chileno no ha rotado a sus futbolistas y ha utilizado en los partidos a un once tipo, más allá de los pequeños cambios propios de las lesiones y las sanciones.

Así, Ramos y Arbeloa se han afianzado en los laterales, mientras que Marcelo ha cobrado protagonismo en el centro del campo. Arriba, Benzema e Higuaín se han convertido en unos casi fijos, aunque el regreso de Cristiano Ronaldo tras la lesión es probable que mande a uno de los dos al banquillo, el lugar donde también está Raúl.

El resultado de esta filosofía adoptada por Pellegrini es que el equipo últimamente está llegando peor a las segundas partes. Así, ante equipos como el Atlético, Racing, Milan, Zúrich o Barcelona el Real Madrid realizó unas malos segundos períodos que en algunos casos hicieron peligrar el marcador a pesar de tenerlo muy encaminado. Por ejemplo, ante el Atlético el equipo se marchó al descanso 0-2 y acabó pidiendo la hora (2-3), mientras que ante el Milan se dejó remontar el 1-0 inicial (2-3).

Y este domingo contra el Barcelona el equipo fue incapaz de conseguir un empate que se puso muy asequible con la expulsión de Busquets a la hora de partido. A pesar de que el Real Madrid apretó y creó cierto peligro, evidenció que jugadores como Kaká, Marcelo o Higuaín acabaron desfondados y sin nada de energía. Algo que puede seguir pasando factura si Pellegrini no le pone remedio a corto plazo, aunque por lo pronto esta semana el equipo sólo jugará un partido (el sábado ante el Almería).