Cristiano sí que quiere la Liga

El portugués, con dos goles soberbios, lleva al Madrid a un nuevo triunfo en el Bernabéu. El trivote naufragó en la primera parte.





Un técnico del palmarés de José Mourinho también tiene derecho a dudar. Y el de Setúbal está hecho un mar de dudas tras la manita que le endosó el Barcelona en el Camp Nou hace seis días. Y ciertamente no había motivos para ello, ya que hasta ese envite su Madrid se había mostrado intratable en todos los aspectos del juego: incisivo en ataque y muy seguro en defensa. Pero el roto que le hizo Guardiola al Madrid en el centro del campo le ha hecho plantearse a Mourinho modificar ciertos aspectos de su dibujo táctico.

Con un trivote en la medular, y la apatía de Benzema castigada con el banquillo justo el día en el que podía empezar a demostrar su valía, los merengues saltaron al terreno de juego sin un referente ofensivo claro. Si a eso le unimos la maraña de hombres que dispuso el Valencia en su medular, con Albelda y Maduro como principales exponentes, nos quedó una primera parte en el que el buen fútbol puede quedar resumido por un par de destellos técnicos de las estrellas de ambos equipos.

Soldado, con un inocente disparo desde el pico del área, fue quine dio el primer aviso. Tras esa ocasión el Madrid pareció por momentos desmelenarse, como si se hubiera dado cuenta de que, con la victoria del Barcelona en el Reyno de Navarra, se le podía escapar la Liga si no hacía los deberes ante el Valencia. Ayudados por un inseguro Guaita, que pagó la novatada de su debut en el Bernabéu, los de Mourinho, con tímidos disparos de Cristiano Ronaldo y Di María, inquietaron al conjunto ‘ché’. Eso sí, entre medias Mata, con una gran jugada individual hizo que Casillas, quien apenas pudo hacer nada para evitar alguno de los cinco goles del Camp  Nou, hizo la primera gran parada de la noche.

Poco fútbol en la primera parte

Debido a la maraña táctica dispuesta por Mourinho y Emery en el terreno de juego, el partido fue cayendo poco a poco en una ramplonería que provocó incluso algunos leves pitidos de una afición que, debido al frío reinante en el ambiente, echaba en falta el calor de sus jugadores. Hasta que Lass y Khedira, los teóricos interiores en la noche de hoy, no comprendieron que su función no debía limitarse a la de defender, sino también la de atacar, no se vieron buenas ocasiones por parte de los merengues. Fue el propio Khedira quien, en un mano a mano con Guaita, desaprovechó la primera gran ocasión del equipo madridista en toda la primera parte.

Fue ese error el que provocó que los de Mourinho se desmelenaron en el último cuarto de hora antes del descanso. Özil, con un certero lanzamiento de falta, hizo trabajar de nuevo a un Guaita que con los minutos iba cogiendo confianza en la siempre complicada portería del Bernabéu. Pero la jugada de la noche fue la que supuso el cierre del telón a los primeros 45 minutos. Su protagonista: Cristiano Ronaldo, que con un inverosímil remate al palo, puso en pie a una grada del Bernabéu más preocupada en no agarrarse un constipado que en animar a su equipo.

FICHA TÉCNICA


Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Albiol, Marcelo; Xabi Alonso, Lass, Khedira (Benzema, min 54); Cristiano Ronaldo, Özil (Granero, min.75) y Di María (Diarrá, min.83).

Valencia: Guaita; Bruno, Ricardo Costa, Stankevicius, Jordi Alba (Miguel, min 61); Albelda, Maduro; Tino Costa, Mata (Banega, min.68), Joaquín (min. 81, Aduriz); y Soldado.

Goles: 1-0: Cristiano Ronaldo (min.72); 2-0: Cristiano Ronaldo (min.87)

Árbitro: Pérez Lasa (Comité Vasco). Amonestó por el Madrid a Pepe (min.10), Khedira (min.33), Granero (min.77); y por el Valencia a Jordi Alba (min.9), Tino Costa (min. 39), Joaquín (min. 75). Expulsó a Albelda por doble tarjeta amarilla (min. 10 y min. 65)

Incidencias: estadio Santiago Bernabéu. 75.000 espectadores. Frío gélido a lo largo del encuentro. Mario Vargas Llosa, premio Nobel  2010 de Literatura, realizó el saque de honor.

La bronca de Mourinho en el descanso debio ser de aúpa, porque el Madrid salió con un aire completamente diferente en el segundo tiempo. Sin apabullar al equipo rival en ningún momento, los de Mourinho fueron encadenando ocasiones de peligro en la portería de un Guaita que empezaba a venirse arriba con el paso de los minutos. El meta ché pudo lucirse en un disparo envenenado de Cristiano y en un nuevo mano a mano marrado por Di María. Bnezema, el revulsivo blanco en esta segunda parte, también tuvo la suya nada más ingresar en el terreno  de juego, pero al galo sigue sin acompañarle la suerte de cara al gol.

Cristiano lidera el triunfo blanco

Con el esquema 4-2-3-1 que ha caracterizado a este equipo durante toda la temporada, el Madrid no sólo se hizo con el dominio del choque, sino que el Valencia dio un paso atrás y apenas volvió a asomarse por el área madridista. Albelda, con una mano absurda en el centro del campo, dejó con diez a los suyos justo en el momento en que el choque se decantaba a favor de los de Mourinho. Y con regalos como ese Cristiano Ronaldo no perdona. El portugués, en una fulgurante contra de los merengues, batió a Guaita para meter así al Madrid otra vez en la pomada de la Liga.

Fue un tanto que hizo justicia a lo que se vio en la segunda parte, y también un escarmiento para Mourinho, quien afortunadamente para los madridistas rectificó a tiempo de su ‘cafrada’ de meter a tres centrocampistas de corte defensivo en el primer tiempo. Con 20 minutos por delante, el carrusel de cambios dejó tras de sí a un Valencia que, con Aduriz y Banega, intentó con ahínco el empate. Y a punto estuvo de conseguirlo. Tino Costa, con un disparo seco desde la frontal, obligó a Casillas a sacar los puños a lo Megaman, y en el rechace Joaquín con un disparo inocente y envenenado al mismo tiempo, fue salvado bajo palos por Albiol.

Fue el último coletazo de los de Emery ante un Madrid que esperaba ansioso a que una contra que le permitiera sentenciar el choque. Y ésta llegó tras un trabajado robo de balón de Lass, quien cedió a Cristiano que, tras un slalom de 40 metros, dejó la cintura de Ricardo Costa para el arrastre, y después batió a Guaita sin oposición. Como traca final, el luso quiso que Benzema marcara su golito, pero el francés volvió a perdonar ante el portero. Así se llegó al final de un partido en el que, sin lugar a dudas, lo mejor fue el resultado, y también el hambre de títulos de Cristiano, quien demostró que no piensa rendirse ante un Barcelona que, una temporada más, se presenta como un enemigo temible.