Se ha creado en todos los clubes a nivel nacional, europeo e intercontinal la consigna de que el Real Madrid pagará lo que se le pida por cualquier jugador.
Esto ha dado lugar a un abuso de la economía blanca y cualquier fichaje que se precie supondrá un gran desembolso de dinero para las arcas de la entidad.
El Madrid figura como club más fuerte económicamente hablando. Ese dato da pie a que el resto de clubes y entidades deportivas busquen en el Madrid su gran pelotazo del año vendiendo jugadores por un precio que realmente triplica su valor de mercado.
En el caso del Guaje Villa, el presidente del Valencia Manuel Llorente no aceptó los 45 millones de euros que Florentino Pérez ofrecía al club levantino por el punta asturiano, que acabó recalando en las filas del eterno rival un año después por 42 millones de euros y con el valor del jugador al alza tras una buena temporada.
En el caso de Kaka', el Milan se frotó las manos con los casi 67 millones que el Madrid pagó por un jugador en decadencia que habría podido acabar en cualquier otro club por un precio que rondaría los 35 millones de euros.
Lo mismo habría ocurrido en el caso de Luis Suárez. ¿Se imaginan la cifra que le habrían dado a Pardeza si hubiese llamado a las puertas del Amsterdam Arena preguntando por el ariete? Desde luego no habrían sido 26 millones.
Este verano el gasto ha sido mucho menor y se ha fichado con más cabeza y menos golpe de talonario. Sin embargo los precios que se le han exigido al Real Madrid por ciertos jugadores distan mucho de lo que habría tenido que pagar cualquier otro club.
Los rumores para el mercado de fichajes del verano de 2011 han comenzado cinco meses antes. Se especula con la llegada del Kun, Llorente, Cesc, Bale, Modric... y se hablará de muchos otros en lo que resta de temporada. Venga quien venga, esperemos que la dirección deportiva tenga cabeza y no tiren la casa por la ventana, que se piense en el ámbito deportivo y en las carencias de la plantilla.
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