Lo cierto es que la salida del Real Madrid al partido no fue la mejor. Los de Laso, con poca intensidad y menos acierto que su rival, empezaron encajando un parcial de 14-7 a los tres minutos del encuentro. Por suerte para los blancos, los triples de Taylor y Carroll impidieron que la brecha se hiciera más grande y todo se mantuviera igualado (22-21, min.10).
La salida al segundo cuarto fue bastante parecida en lo que al Real Madrid respecta. El parcial de salida fue de 9-3, lo que propició un nuevo tiempo muerto de Pablo Laso para frenar un posible descosido de los suyos (31-24, min.13). Una renta que, a pesar de los intentos de los blancos por minimizarla, no pegó el bajón deseado antes de la llegada del intermedio (46-40, min.20).
Una vez más, la salida del Real Madrid en el cuarto volvió a ser mala. Esta vez fue un 7-0 lo que consiguió Valencia tras el descanso. El marcador se disparaba hasta el 53-40, lo que volvió a obligar a Laso a pedir tiempo muerto. Taylor siguió siendo el jugador madridista más acertado en ataque, pero el problema madridista estaba en la defensa. En este periodo el Madrid encajó 24 puntos, demasiados (70-60, min.30).
Para romper la dinámica de lo que se había visto en los periodos previos, en el último cuarto fue el Madrid el que empezó golpeando. Un 0-5 de salida devolvía definitivamente a los blancos al partido (70-65, min.32). Los minutos pasaban y, más allá de la extraña intensidad de un Valencia que no se jugaba nada, el Madrid no terminaba de dar con la tecla que le metiera realmente en el choque con opciones de ganarlo. Es más, tras la lesión de tobillo de Ayón en una caída y el fallo en los tiros libres de Tavares, el equipo blanco se metía en graves problemas para acercarse en el marcador (85-75, min.37). Al final, los de Laso no tuvieron más opciones para acercarse en el marcador y sufrieron una derrota inesperada que puede complicar el objetivo de tener factor cancha en el play-off por la Final Four.
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