El primer cuarto tuvo un claro dominio del Real Madrid. La salida en tromba de los de Laso cogió desprevenido a un Fenerbahçe que no sabía ni por donde la caían. El Madrid era rápido adelante y atrás. Randolph, que no había estado muy acertado en el arranque de la temporada, encontró sus puntos al igual que Rudy, muy atinado desde la línea de tres puntos (30-21).
Sin embargo, en el segundo cuarto el partido se dio la vuelta como un calcetín. A pesar de que Taylor se había convertido en el sorprendente máximo anotador del partido, anotando dos triples incluidos, lo cierto es que el Fenerbahçe supo agarrarse al encuentro y, de la mano de De Colo, el equipo turco se iba a ir al descanso con la mínima diferencia en contra posible, un único punto, 43-42.
Como suele ser habitual en el Real Madrid, tras el paso por los vestuarios el equipo de Pablo Laso apretó los dientes para intentar poner una buena renta en el marcador tras un mal segundo cuarto. Con una buena defensa que dejó al Fenerbahçe en solo 13 puntos, el equipo madridista se presentó al último cuarto con un sólido mando en el marcador de Palacio (64-55).
Sin embargo, como por arte de magia, al Madrid se le apagaron las luces de forma repentina. Los turcos empezaron a apretar atrás y eso el Madrid lo sufrió. La renta se fue esfumando por completo. De hecho, a falta de cuatro minutos, el marcador se igualó al máximo 73-73. A partir de aquí, el Madrid no cayó en la precipitación de haberse visto arriba y haber perdido toda su renta. Taylor siguió en plan anotador y Campazzo, desde el tiro libre, sentenció la primera victoria en esta Euroliga para el Real Madrid (81-77).
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