El argentino era la opción más sencilla, el serbio gustaba mucho, mientras que el francés era el más codiciado de todo el mercado porque su salida del CSKA era un hecho y no iba a volver a la NBA. El club blanco trató de conseguirlo, pero hubo dos factores que fueron muy en su contra. (Oficial: se suspende la Liga Endesa y ya hay fecha para la vuelta)
El Madrid tenía que luchar contra el Valencia Basket, ‘íntimo rival’ madridista y club que tenía sus derechos y con el que había llegar a un acuerdo, y el Fenerbahce, que le ofrecía al jugador una ficha millonaria de tres millones de euros. El equipo dirigido por Pablo Laso se hizo con Laprovittola y el turco con de Colo.
No todo ha ido sobre ruedas precisamente para ninguno de los dos. El albiceleste comenzó muy tímido, pero ahora, con la lesión de Llull, ha dado un paso al frente y está firmando buenos minutos por detrás de Campazzo, mientras que el francés tiene buenos porcentajes y lo que le está penalizando es el equipo.
En la Euroliga, lleva 15,9 puntos de media (57, 5% en tiros de dos, 40% desde el perímetro y 95,6 desde la línea de personal) en 24 partidos, pero está muy penalizado porque el actual Fenerbahce, uno de los grandes del Viejo Continente, está siendo el peor de la ‘era Obradovic’ (ocho años).
De hecho, el conjunto turco es octavo en la máxima competición continental, última posición que da billete para los cuartos de final, con 13 victorias, empatado a triunfos con el Khimki, séptimo, y a uno del Panathinaikos, sexto. Sin embargo, solo tiene una victoria de ventaja con hasta cinco equipos, que le podrían dejar fuera del ‘play-off’.
Así, De Colo se lamenta ahora de haber elegido al Fenerbahce única y exclusivamente por los tres millones de euros por temporada que le ofreció y no haberse ido al Madrid, un proyecto ganador en el que la estrella gala habría sido uno de los pilares y podría haber tenido más protagonismo como lo tenía en Rusia.
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