El argentino está más fuera que dentro (no ha sabido adaptarse ni al club ni a los sistemas de Joan Plaza), por lo que el dilema se centra en encontrar un sustituto de verdaderas garantías para el puesto de base en la casa blanca. Si Pepe sale del equipo en las próximas fechas, Martín y Herreros tratarán de convencer, primero, a Savic, director deportivo del Fortitudo y, en segundo lugar a Vicente Boluda, presidente del conjunto blanco, que afirmó no querer tocar ninguna estructura hasta la celebración de las elecciones, de la necesidad de firmar a Marcelinho de forma inmediata. De no conseguirlo, lo más probable es que se finalice la temporada con Raúl y Llull como especialistas en el puesto de director de juego.
¿UN INTERCAMBIO CON PAPADOPOULOS?
La empresa, sin embargo, se antoja complicada. A pesar de que Marcelinho está loco por la música merengue, Savic no piensa darle salida en estos momentos. De cara a la próxima temporada parece factible su contratación, especialmente, si la operación se fragua en un intercambio con Papadopoulos, que se encuentra cedido en el equipo italiano. Sin ir más lejos, ambos jugadores se salieron el pasado fin de semana en el partido que enfrentó al Fortitudo y al Snaidero Udine. Papadopoulos consiguió 21 puntos y 14 rebotes, mientras que Marcelinho se merendó a la defensa del Udine con otros 21 tantos y un total de 6 asistencias.
El Madrid ya siguió a Marcelinho el pasado verano antes de fichar al propio Pepe Sánchez, sin embargo, el brasileño que estaba sujeto en ese momento al derecho de tanteo por parte del Joventut, acabó en Italia. Medio año después está deseoso de fichar por el Real Madrid y de volver a jugar en la ACB, la que el propio Marcelinho ha calificado como “mejor liga del mundo tras la NBA”.
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