Los de Ettore Messina han recuperado las sensaciones tras su victoria (80-62) en Vistalegre, que les permitió forzar el quinto partido de la serie. Los madrileños supieron imponerse en un encuentro en el que Ante Tomic rozó la perfección y estuvo secundado a un gran nivel por Felipe Reyes y Louis Bullock, que frenaron a Tiago Splitter, mejor jugador visitante.
El Real Madrid llegará a Vitoria sin complejos tras reponerse de los momentos de flaqueza que vivió en los dos primeros partidos. El triunfo en el primer choque en Vistalegre devolvió la confianza a los merengues, que jugaron uno de sus mejores partidos para llevar la serie a Vitoria.
Las dos derrotas en Madrid han sembrado dudas en el Caja Laboral que se vio anulado por el trabajo de los de Messina. Dusko Ivanovic se mostró preocupado por las señales dejadas por su equipo que, si bien pudo llevarse el tercer encuentro, en el cuarto no logró inquietar a los madrileños y perdió su valor más importante, el trabajo defensivo.
Sin embargo, los baskonistas confían en cambiar la dinámica de la mano de su público, que volverá a abarrotar el Buesa Arena para llegar a la final. Los locales son conscientes de que su cancha es un 'fortín', donde apenas han dejado escapar victorias esta temporada. Para ello, será vital la participación de Splitter, y la colaboración de otros hombres como Teletovic, Huertas o San Emeterio, cuyo rendimiento ha decaído fuera de Vitoria.
Por su parte, los visitantes llegan al partido crucial con muy pocas opciones para Llull, que volvió a recaer de su lesión en el tobillo, y Garbajosa que está totalmente descartado por un problema en un pie. No obstante, los madrileños apelarán al trabajo debajo de los aros de Ante Tomic y Felipe Reyes y a la dirección del ex baskonista Pablo Prigioni para decantar la balanza de un duelo que se presenta sin un claro favorito.
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