Tras un año nefasto, que llegó a su cima en el partido frente al Getafe en el que Zidane solo pudo convocar a 14 jugadores del primer equipo, poco a poco se ha ido liberando la enfermería.
En el trascendental duelo frente al Chelsea reaparecieron Mendy, Fede Valverde y Sergio Ramos, dejando como únicas bajas a Lucas Vázquez, Varane y Carvajal. Pero frente al Sevilla, ni el capitán ni Ferland han sido incluidos en la convocatoria.
Por ello, Zidane ha vuelto a recurrir a jugadores de La Fábrica. Tanto Antonio Blanco como Miguel Gutiérrez han sido llamados por el técnico francés y Raúl no podrá contar con ellos. Dos bajas muy sensibles para el Castilla que se está jugando el ascenso del filial blanco.
El equipo blanco afronta la última jornada de la segunda fase de la competición. Y depende de sí mismo para clasificarse a los playoffs de ascenso. Están terceros y una victoria frente al Talavera les permitirá luchar por jugar la temporada que viene en segunda división.
Incluso el empate podría servir siempre y cuando el Extremadura y el DUX Internacional también empaten. Pero como decimos, Raúl tendrá las importantes ausencias de Miguel y de Antonio Blanco.
Sin embargo, otro de los habituales en las lista de Zidane este año como es Sergio Arribas, no ha sido convocado por el primer equipo, por lo que estará en Talavera para el importante duelo del Castilla. Y es que fue el autor de dos de los tres goles en la victoria frente al Badajoz la semana pasada.
LA PRESENCIA DE LOS CANTERANOS
Zidane es un gran conocedor de La Fábrica. Fue entrenador durante una temporada y media en el Castilla y conoce la importancia de los ‘mirlos’. (La confianza de Zidane en los canteranos)
Por ello no ha dudado en confiar en varios de ellos a lo largo de esta temporada. Ya desde el primer partido dio entrada a Marvin y a Sergio Arribas. Incluso en las últimas fechas Antonio Blanco está siendo un habitual.
Pero el filial tampoco se libra de las lesiones. Hace unos días, Víctor Chust también caía lesionado y se perderá lo que resta de temporada. Un duro golpe para Raúl y para Zidane, que había confiado en el canterano en parridos como el de Getafe.
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