Cuando Florentino presentó el proyecto para reforzar el Santiago Bernabéu y convertirlo en un estadio del siglo XXI y uno de los mejores del mundo, sabía que iba a costar mucho dinero.
Su idea no era darle un pequeño lavado de cara y acometer unas pocas mejoras. No, era un proyecto faraónico que iba a cambiar el estadio por completo. Tanto físicamente como funcionalmente. (Detalles sobre el patrocinador del Bernabéu)
Y es que a pesar del dinero invertido, la previsiones son muy buenas. Va a ser una gran fuente de ingresos que sin duda permitirá recuperar el dinero gastado en la reforma sin demasiado esfuerzo.
Según información del perfil en Twitter nuevobernabeu, el objetivo es facturar 320 millones de euros al año, cuando el nuevo estadio esté a pleno rendimiento, acogiendo diferentes actividades.
Hay que tener en cuenta que el contar con un techo retráctil permite que se celebran eventos todo el año, sin afectar la climatología. Lo mismo con el césped retráctil. Al poder quitarse, facilita la celebración de grandes conciertos, hasta ahora reservados como mucho a final de temporada porque el verde quedaba muy dañado.
Aunque se espera acoger más eventos, desde ferias hasta otros deportes como tenis o baloncesto. Algo que posibilita las nuevas partes mecanizadas y hace que se vaya a aprovechar mucho más el estadio.
Y es que ahora sólo se usaba para los partidos y las previas, menos de 90 días de uso. El resto del tiempo estaba, como cualquier otro estadio, desaprovechado. Algo que ya no ocurrirá.
Pero también pasa de albergar 4 a que sean 7 los restaurantes en el interior. Si tenemos en cuenta el nuevo museo, mucho más amplio, los Tours, o las tiendas, harán que sea un espacio aprovechado todos los días del año y una nueva oferta de ocio para la capital.
Con este planteamiento no se hace descabellado que el club blanco haya hecho una previsión de facturación de 320 millones. Una gran inyección para recuperar el dinero invertido y que invita a mirar el futuro con optimismo.
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