Y eso que el Inter comenzó como una flecha. Stankovic aprovechó un error de Neuer cuando sólo se habían cumplido segundos del inicio del partido. El portero alemán le dejó el balón franco tras sacar un balón con la cabeza al borde del área, y el serbio anotó con un toque certero.
Pero el Schalke reaccionó. Matip en un barullo, hizo el 1-1. Y desde ese momento los alemanes siempre dieron la cara. Mérito tuvo el equipo que dirige Ralf Rangnick. Porque tras el 2-1 de Milito, el cuadro de Genselkirchen remontó de nuevo. Dos reacciones que colocan al Schalke en el papel de revelación de la Liga de Campeones; un equipo que, liderado en los días previos por Raúl, siempre creyó en su destino.
El segundo tiempo fue un festival para el Schalke. Raúl hizo crecer un poco más su leyenda. Marcó su gol 71 en competiciones europeas y fue el futbolista que más kilómetros recorrió, con 11,1.
Con el Inter jugando con diez futbolistas por expulsión de Chivu en el minuto 62, el Schalke llevó la batuta desde el inicio del segundo tramo. Ofreció una exhibición con Jurado al frente, superando a Sneijder y Cambiasso, y de regalo el Schalke recuperó al mejor Edu, autor de dos goles y de una noche de ensueño para toda la comarca del Rühr.
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