Ovrebo Vs. Aytekin: ¿cuál es el mayor robo de la historia?

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Durante las tres semanas que hubo de espera entre el 4-0 del Parque de los Príncipes y el 6-1 del Camp Nou no fueron pocos los que opinaban que darle la vuelta al resultado de la ida iba a ser "imposible". Y lo cierto es que realmente no iban muy desencaminados, porque en el fondo si al final esto acabó sucediendo fue por la obra y gracia del colegiado de turno. Solo jugando con '12' y escamotéandole una jugada tras otra al campeón francés iban a ser capaces de darle la vuelta al partido. Eso y una pizca de suerte y de candidez del rival, las cuales por supuesto no faltaron.

Deniz Aytekin. Tomen nota mental de este nombre, porque durante los próximos años sonará mucho. Tanto como ya lo viene haciendo el noruego Ovrebo, ese individuo que en 2009 cerró los ojos ante cinco clarísimos penaltis en el área culé en el Chelsea-Barcelona de semifinales que se disputó en Stamford Bridge. Por supuesto, ese colegiado no volvió a pitar nunca más en Europa y que solo un año después anunciaba que se retiraba como internacional. El citado partido acabó con su carrera y le dejó estigmatizado, aunque lógicamente desde entonces es un auténtico héroe por el barcelonismo.

Así que no sería de extrañar que a sus 39 años la carrera de Aytekin acabe siguiendo un camino similar. Porque partidos como el de anoche marcan la carrera de un trencilla y normalmente lo hacen para mal. Es imposible que nadie en su sano juicio pueda decir que tuvo una buena actuación. De hecho, hasta Mascherano reconoció tras el choque que este alemán de origen turco les benefició de forma decisiva durante el partido. Vamos, que solo faltó que le invitaran al vestuario culé para que celebrará con cava catalán el 'robo' cometido y la clasificación para los cuartos de final.

Por lo pronto, ahora el único debate que hay sobre la mesa es cuál de los dos es el peor arbitraje de la historia de la Champions League. La competencia es feroz, pero lo cierto es que Aytekin hizo méritos realmente importantes para salir ganador. En total, tres penaltis birlados al PSG, dos inexistentes señalados al Barcelona (uno algo dudoso, otro lamentablemente exagerado por Luis Suárez), un gol en fuera de juego (el de Luis Suárez) y cuatro expulsiones perdonadas, a Neymar por dura patada sin balón en juego a Marquinhos y a Mascherano por su penalti a Di María, así como a Piqué por no sacarle la segunda amarilla por parar en falta a Cavani cuando se marchaba solo ante Ter Stegen y a Luis Suárez por fingir un penalti.

Un recuento de jugadas para echarse a temblar

Resumiendo, cinco acciones de penalti favorables a los culés, cuatro de expulsión, un gol en fuera de juego... ¡y 8 minutos de añadido! Y es que, para rematar la faena el trencilla agregó tres minutos en la primera parte sin ningún motivo y en la segunda señaló otros cinco. Justo lo que necesitaron los culés para completar su 'hazaña'. Aunque eso sí, a pesar de que Emery hizo un cambio durante este descuento y que se perdió casi un minuto en la celebración de Sergi Roberto, una vez que el PSG sacó de centro Aytekin prácticamente no dejó que los franceses se acercaran a la portería culé. No fuera a ser que se estropeara la fiesta del Camp Nou...

Solo el tiempo acabará diciendo qué es lo que hace el Barcelona en esta Liga de Campeones. En la de Ovrebo los culés acabaron ganando el torneo, quedando así esta Champions totalmente 'manchada'. Pero a día de hoy lo que está claro es que esta remontada va a tener un fuerte impacto emocional en los de Luis Enrique y les va a dar alas en este final de temporada. Los culés se van a creer incluso mejores de lo que son, y todo porque aunque su gran partido ante el PSG no bastó para remontar tuvieron ahí al árbitro para ponérselo en bandeja de una forma lamentable.

Y no es la primera vez que pasa. Ya no se puede decir que fue una concatenación de casualidades. En 8 años el Barcelona se ha visto beneficiado por los dos mayores 'robos' arbitrales de la era reciente. Dos partidos escandalosos que van ya han pasado a la historia, aunque con perspectivas diferentes según quien los analice. Porque para mientras los culés son dos momentos de oro de su existencia, para el resto del mundo solo serán dos partidos que denigran al fútbol y que demuestran que hay veces en los que basta un señor con un silbato para decidir quién gana y pasa a la siguiente ronda del torneo de clubes más importante del mundo.