Desgraciadamente hubo pitos al himno de España en la final de Copa del Rey, los mismos que hablan de libertad de expresión demuestran que carecen de respeto hacia los demás, y quieren ser tratados de la misma manera. Un sin sentido que al menos en esta edición fue menos polémico que en otras ya que los cánticos callaron a los que pitaron.
Una falta inconcebible de respeto que en España se está convirtiendo cada vez más en costumbre siempre que el Barcelona llega a una final de Copa. Con el amparo del club, que se empeña en mezclar deporte con política, la fiesta del fútbol español queda ensuciada por unos seres que quedaron en ridículo con actuaciones como esas. Afortunadamente para ellos, no se toman las medidas que por ejemplo sí se toman en otros países cuando se falta el respeto a sus himnos. El caso más sonado en el deporte fue en el año 2002, cuando en la final del Copa en Francia, los nacionalistas corsos pitaron La Marsellesa.
Chirac, presidente de la República francesa se levantó y retrasó el partido obligando además al Presidente de la federación a pedir disculpas. Incluso el propio presidente del club pidió perdón por el lamentable espectáculo que se había vivido. Una actuación que es de aplaudir y que ojalá se pudiera aplicar en España si unos maleducados pitan un himno. En otros países, como Estados Unidos, o Reino Unido, pitar el himno está considerado como un delito y puede acarrear pena de cárcel incluso, mientras aquí se deja pasar por alto.
La afición sevillista puso en su sitio a los que pitaron el himno
Además de la entrada al Wanda Metropolitano con banderas independentistas, gran parte de los aficionados culés mostraron su nulo respeto por el himno de España y demostraron que son unos impresentables e irrespetuosos. Eso sí, los seguidores del Sevilla les ganaron por goleada entonando aquello del 'lo lo lo' cuando sonaba el himno nacional.
Como suele pasar en este país, y más en este deporte llamado fútbol, no habrá ningún tipo de represalia por tan repugnante acto de violencia verbal. Seguramente si hubiera existido la amenaza de una multa al club e, incluso, de la descalificación del Barça, más de algún 'valiente' se lo habría pensado dos veces.
Se ha manchado un símbolo del país nuevamente, ya estaba anunciado, y aún así se ha permitido que toda esta bazofia independentista haya montado el show en Madrid para que lo viera todo el mundo. Simplemente asqueroso.
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