La jugarreta ha sido a raíz del fichaje de
Antoine Griezmann por el club catalán, un fichaje que sería totalmente lícito si se hubiera producido en una situación normal, con la temporada ya acabada y sin pisotear la figura del actual club de
Griezmann. Todo mal.
Según ha destapado
El Larguero, el Barcelona comenzó las negociaciones con el galo en noviembre, y llegó a firmar con el delantero en marzo, tan solo 4 meses después, cuando el
Atleti aún tenía muchas cosas en juego en la temporada.
(El Madrid también querría a Griezmann)
Cara le va a salir la jugada al Barcelona, quien por haberse saltado todos los códigos posibles tendrá que hacer frente a una más que probable denuncia del club colchonero, quien se siente ridiculizado ante la actitud del Barça.
Griezmann anunció su adiós a la entidad rojiblanca el pasado 14 de mayo, y tanto él como el Barcelona creyeron que iba a colar que fue una decisión espontánea, pero se equivocaron. La verdad siempre sale a la luz.
El Barcelona, además que la cantidad que económica que tendrá que pagar como multa por negociar con un jugador a las espaldas de su club, también se sigue ganando una mala imagen a nivel mundial y demostrando que carecen de los valores de los que tanto presumen.