Y es que nuevamente, el colegiado del encuentro, volvió a echarle al Barcelona la manita de rigor para tumbar al oponente.
Hace unos días fue ante el Valencia, con una pena máxima inventada sobre Ansu Fati. Este miércoles, el regalo ha llegado en el área contraria, cuando Lenglet ha cargado con el hombro sobre un jugador del Dinamo de Kiev dentro del área derribándole al suelo. Un penalti tonto, absurdo…pero que debió haberse pitado.
La mejor muestra de que la jugada debió haber acabado en los 11 metros fue que ese tipo de acciones, en el centro del campo, se señalan como falta en el 99% de las ocasiones, ¿por qué esta no?, ¿por qué se le privó al Dinamo de Kiev de la posibilidad de llevarse un punto?
Una pésima cara del Barcelona
Además del penalti no señalado a favor de los ucranianos, el partido nos volvió a mostrar una cara pésima del Barcelona en lo futbolístico. Ramplón, sin ideas, con un juego muy plano en el que nadie hacía nada diferente.
Estamos ante el peor Barça en muchos años y eso no lo puede desaprovechar el Real Madrid el domingo en el Clásico.
Eso sí, habrá que estar atentos al nombre del colegiado que se designa para este Clásico porque, visto lo visto, el Madrid tendrá que tener especial cuidado para no sufrir una encerrona de época.
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