Tchouaméni y Rüdiger se ganaron al madridismo: ya saben lo que es defender el escudo

Una tangana en la primera parte subió la temperatura del partido


Antonio Rudiger y Aurélien Tchouaméni

Antonio Rudiger y Aurélien Tchouaméni




El Real Madrid - Barça fue un Clásico diferente. El hecho de ser en pretemporada y ser en Las Vegas cambia un poco la atmósfera de todo, pero sobre el césped, los jugadores rápido demostraron que no iban a dejarse nada.

Un Clásico es un Clásico, y todos quieren ganar. El Barça se llevo 4 tarjetas en el encuentro. El equipo de Xavi se mostró con más dureza de la esperada, y esto tuvo su resultado en una tangana en la primera parte. 

Vinicius Junior recogió el balón en campo propio, y tras recorrer 40 metros superando rivales, Busquets intentó cazarlo en una entrada, que de haberlo hecho, podría haber sido muy peligrosa. Finalmente, Alba, de un modo algo más limpio, le trabó. 

Rudiger se vio las caras con Araújo

El brasileño le recriminó a Busquets la dureza de su entrada, y este empujo a Rodrygo, que andaba por allí, quien no se achantó y respondió. La tangana ya estaba montada y Tchouaméni y Rudiger entraron como uno más. De hecho, ambos se fueron a por Araújo, que llegaba muy encendido. 


A pesar de que nunca gusta ver tanganas, al madridismo le gustó ver como ambos se integraron y defendieron rápido a sus compañeros de equipo. El francés y el alemán ya forman parte del vestuario.