La Italia de Cannavaro cede un empate ante Irlanda al final

Italia 1-1 Irlanda





El delantero italiano propinó un codazo fortuito a O'Shea y le abrió una ceja, pero nadie en el estadio de Bari esperaba la decisión del árbitro alemán. Con la expulsión, el colegiado dejó desconcertados a los de Lippi y el partido quedó sumido en una fase de juego trabado, con una Irlanda incapaz, a pesar de que contaba con un jugador más sobre el césped. A los mandos de la nave Irlandesa Giovanni Trapattoni, enfrentado a la selección de su propio país, sacó al terreno de juego al atacante Folan para tratar de enmendar la estrategia con la que planteó el partido.

Por su parte, Lippi se limitó a dejar como estaba el agujero dejado por Pazzini en la delantera y confió en la experiencia de sus hombres en estas situaciones. Algún tiro lejano de Keane fue la única amenaza, aunque tímida, del equipo irlandés en la primera parte. La posesión del balón era irlandesa, pero Italia, lejos de parecer atenazada, daba la imagen de estar cómoda cediendo a los de Trapattoni la ilusión de dominar el partido y de estar a la espera de encontrar uno de los frecuentes agujeros de la zaga irlandesa. Este planteamiento se prolongó durante la segunda parte, con la selección transalpina agazapada, confiada en que el resto del partido pasaría sin grandes problemas. Hasta que llegó el susto.

Ficha técnica:

1- Italia: Buffon, Zambrotta, Cannavaro, Chiellini, Grosso, Brighi, De Rossi, Pirlo (Palombo, m.45), Pepe (Dossena, m.56), Pazzini, Iaquinta (Quagliarella, m.90).

1- Irlanda: Given, McShane, Dunne, O'Shea, Kilbane, Keogh (Folan, m.22), Whelan, Andrews (Gibson, m.55), S.Hunt, Doyle (Kelly, m.63), Keane.

Goles: 1-0. Min 11: Iaquinta; 1-1 Min.86: Keane.

Arbitro: Stark (Alemania). Expulsó a Pazzini y mostró tarjeta amarilla a Grosso y De Rossi(Italia) y a McShane (Irlanda)

Incidencias: Partido correspondiente al Grupo 8, zona Europea, de la fase de clasificación para la Copa del Mundo de Suráfrica 2010, disputado en el estadio "San Nicola" de Bari (Italia).

Robbie Keane rompió el 'catenaccio' en el último suspiro

Buffon cometió un penalti a la busca de un rechace en el área de pequeña que el árbitro no pitó, pero que de haberse sancionado habría puesto en aprietos al combinado 'azzurro'. La jugada despertó los ánimos irlandeses, que siguieron luchando cada balón a muerte, metió el miedo a el combinado transalpino, y el partido pareció escapar al control de unos italianos entregados ya al 'catenaccio', un método que Trapattoni domina a la perfección. Italia se defendía ya dejando sólo arriba a Iaquinta de palomero y dejaba pasar los minutos bajo una intensa lluvia que dio al campo un extraño aire irlandés. Los irlandeses parecían incapaces, víctimas de una falta de creatividad y puntería que resultaba una declaración de ingenuidad ante una selección experta en exprimir partidos.

De hecho Iaquinta estuvo a punto de ampliar la ventaja transalpina en una galopada veloz que sorprendió a la zaga irlandesa y marró Dossena. Pero la selección azul no era la única que contaba con un estratega italiano. Trapattoni, que no dejó de dar instrucciones a los suyos durante todo el partido, logró motivar a los irlandeses, que embate tras embate, lograron colocar un balón perdido en el área. En medio de la confusión Keane acertó a remachar el gol. Todo el trabajo defensivo italiano quedaba en agua de borrajas y el partido terminaba con Italia líder de su grupo, pero con Irlanda a sólo dos puntos.