Se consuma el trágico descenso del Zaragoza







La tragedia queda confirmada. El zaragoza se ha pasado media temporada fugando con fuego y al final se ha terminado quemando. Con la derrota en Mallorca se ha consumado el descenso de los maños, pero quizá fue el motivo se debe más a la cantidad de puntos y ocasiones desaprovechadas que los zaragocistas se han ido dejando a los largo del año. El Mallorca hizo su trabajo, luchaba por estar en la UEFA y dependía del resultado del Racing, que durante casi todo el partido le fue favorable para que sobre los minutos finales se nublara el sueño europeo con la victoria de los santanderinos. Un partido en el que ni unos ni otros salen ganando, y Güiza, llorando, en lo que pudo ser su despedida de la isla.

El gol de Dani Güiza (min. 14), con la colaboración involuntaria de Sergio Fernández, supuso un punto de inflexión en el partido, que hasta ese momento disputaban dos equipos más preocupados por hacer las cosas bien, no fallar, que de buscar con determinación la portería rival. El vigésimo séptimo gol de Güiza, máximo realizador de la Liga, con el que igualaba el registro de Salva Ballesta en la temporada 1999-2000, situaba al Mallorca en la Copa de la UEFA (el Racing empataba ante el Osasuna) y al Zaragoza directamente en Segunda.

Además, obligaba al equipo aragonés a marcar dos goles para firmar su permanencia. Todo ello, con una lluvia incesante, un campo resbaladizo y un rival bien situado atrás, esperando el momento de sentenciar, dibujó un panorama muy complicado para los visitantes.

El Mallorca se limitó a lo suyo, es decir, a controlar el balón y buscar la velocidad del camerunés Pierre Webó, la puntería de Güiza -el público le tributó una gran ovación cuando fue sustituido en la segunda parte- y el disparo siempre peligroso del venezolano Juan Arango, que estrelló en el palo un remate en el minuto 22.


Pendientes de los transistores


El Zaragoza presionó bastante, pero no logró crear ocasiones claras de gol, con excepción de un fallido remate del argentino Pablo Aimar (min. 42), que no encontró la manera de darse la media vuelta para atrapar un balón suelto en el área balear.

Bien marcados Ricardo Oliveira (que sustituyó en la alineación inicial a Matuzalem, lesionado en el precalentamiento) y Diego Milito, el equipo de Manolo Villanova lo intentó por las bandas, a través de Sergio García y Pablo Aimar, pero sin mucha fortuna.

Cuando el Mallorca más apretaba para ampliar el marcador, Oliveira (min. 55) cabeceó con maestría para empatar el partido (1-1), resultado que cambió todo el panorama (el Zaragoza se salvaba y el Mallorca se despedía de la UEFA). Pero eso duró diez minutos, cuando Webó (min. 65), también de cabeza, volvía a situar a su equipo por delante.

Con el partido totalmente roto, en los instantes finales marcaron el uruguayo Gonzalo Castro, que había sustituido a Webó, y de nuevo Oliveira. Pero, el público ya sabía que había marcado el Racing y que el sueño europeo era una quimera.

En el Zaragoza, asimismo, sus jugadores se desplomaron sobre el césped nada más finalizar el partido. Estaban en Segunda, y nada ni nadie los podía consolar en esos momentos.

La ficha del partido:

3 - Real Mallorca: Moyá; Molinero, David Navarro, Nunes, Fernando Navarro; Varela, Basinas, Ibagaza, Arango (Tuni, min. 88; Webó (Castro, min. 90) y Güiza (Trejo, min. 67).

2 - Real Zaragoza: César, Zapater, Ayala, Sergio, Juanfran; Sergio García, Celades (Óscar, min. 78), Gabi, Aimar; Diego Milito y Oliveira.

Goles: 1-0, min. 14: Güiza remata y el balón golpea en Sergio Fernández antes de entrar en la portería de César; 1-1, min. 55: Oliveira, de cabeza, a centro de Zapater; 3-1, min. 91: Castro culmina un contragolpe del Mallorca; 3-2, min. 93: Oliveira, libre de marcaje, marca en el tiempo de descuento.


Árbitro:
Iturralde González. Amonestó a Webó, Nunes, del Mallorca; a Sergio García, Celades del Zaragoza.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo octava jornada de la Liga disputado en el Ono Estadi ante unos 17.000 espectadores. Unos quinientos aficionados del Zaragoza desplegaron una pancarta en una de las gradas del Ono Estadi con la leyenda "Zaragoza no se rinde". Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del médico de la selección española de fútbol Genaro Borrás. El partido comenzó una hora más tarde tras la decisión del colegiado vasco Eduardo Iturralde de aplazar su inicio por la fuerte lluvia que cayó sobre Palma en la tarde de ayer. Un espontáneo saltó al campo poco antes de que Iturralde diera el pitido inicial.