0-1. Sverkos da la primera victoria a los checos

Frei abandonó el encuentro lesionado tras un choque fortuito






Tras la ceremonia inaugural de rigor, jugadores de Suiza y República Checa saltaron al césped para disputar el partido que marcaba el pistoletazo de salida de la Eurocopa. Rostros serios, con visos de estar completamente metidos en el partido fue lo que se pudo ver mientras se entonaban los respectivos himnos de las selecciones suiza y checa. Los nervios se palpaban en el ambiente. Suiza, por conseguir ganar a un complicado rival que la historia daba como favorito. Y República Checa, para seguir demostrando el buen nivel que ha mantenido durante los partidos de clasificación.

Con estas, Roberto Rosetti dio el pitido inicial de un choque en el que, tanto suizos como checos, salieron fuertes, con balones largos, intentando adelantarse en el marcador. Así, el juego táctico se impuso sobre las individualidades, evitando sorpresas durante los primeros 45 minutos. Una primera mitad muy encorsetada, en la que Frei, el hombre que estaba llevando la voz cantante en la ofensiva suiza, tuvo que retirarse del verde al sufrir un golpe en su rodilla izquierda, en un encontronazo con el checo Grygera.

Por su parte, a la República Checa le faltaba mejorar en cuanto a la definición. Köller tuvo varias ocasiones en sus botas para subir el primer tanto checo al luminoso, gracias al buen entendimiento con Jarolim, pero no conseguía tener suerte de cara a la portería de Benaglio. Lo mismo le ocurría a su compatriota Jankulovski, cuya ocasión más peligrosa la protagonizó en el minuto 41 tras lanzar una falta derecha que fue a parar a las manos del portero suizo.

Sin Frei, pero con fuerza

Así salió Suiza nada más comenzar la segunda parte del encuentro. No querían acusar la ausencia de Frei y fue precisamente su sustituto quien protagonizó los primeros sustos sobre la portería de Cech. Parecía que Suiza iba a tomar las riendas del partido.

Pero República Checa, con Jankulovski como protagonista cada vez que había alguna jugada a balón parado, seguía teniendo una ligera ventaja sobre el terreno de juego. La rigidez del partido necesitaba de una sorpresa por alguna de las partes para romper el marcador. La mala suerte en la definición hacía que los checos no se adelantasen en el marcador. Hasta que Sverkos tomó el relevo de Köller en la punta checa y adelantó a los suyos tras un error de la defensa suiza. Llegaba así el gol que daría la victoria a la República Checa y sentaría como un jarro de agua fría al conjunto de Kuhn.

Barnetta lo intentó, pero no lo consiguió

El extremo izquierdo fue, junto con Yakin, la referencia en la ofensiva suiza, que seguía sin suerte de cara a la portería. Quizá la jugada de mayor peligro de Suiza en esta segunda mitad sería la protagonizada por Barnetta y Volanthen. Tras el disparo del primero y el correspondiente rechace de Cesc, Volanthen enviaba un trallazo al larguero de la portería checa.

Suiza intentó en los últimos minutos batir al guardameta de la República Checa, pero sin resultado. Finalmente, un encuentro muy igualado, pero en el que los checos supieron hacer valer su condición de favoritos en este primer choque, sin un juego brillante, pero con un gol que les dio una ajustada victoria.

Ficha técnica:

0 - Suiza: Benaglio; Lichtesteiner (Vonlanthen, m.75), Müller, Senderos, Magnin, Inler, Gelson Fernandes, Behrami (Derdiyok, m.84), Barnetta, Frei (Yakin, m.46) y Streller.

1 - República Checa: Cech; Grygera, Ujfalusi, Rozehnal, Jankulowski, Galásek, Polák, Jarolím (Kovác, m.87), Sionko (Vlcek, m.84), Plasil y Koller (Sverkos, m.56).

Gol: 0-1, m. 71: Sverkos.

Árbitro: Roberto Rosetti (ITA). Mostró cartulina amarilla a Magnin (m.59), Vonlanthen (m.76) y a Barnetta (m.90 4).

Incidencias: Partido inaugural de la Eurocopa, disputado en el estadio St. Jakob-Park, que llenó sus 42.500 localidades. Antes del inicio tuvo lugar una vistosa ceremonia inaugural, diseñada por Martin Arnaud, quien ya fue el encargado de la del Mundial de Francia 1998.