Cannavaro se enfada con Cassano

Cassano le dijo a Chiellini: "¿Quieres lesionar a todos?"





Giorgo Chilellini, 24 años, diplomado en Ciencias, futbolista. Demasiado joven para tanta penitencia. Con 24 años ha conseguido ser defensa titular en la Juventus y en Italia. Además su posición es la de central, por lo que la carga de responsabilidad es doble. Ser defensa en Italia no es cosa trivial, es cuestión de estado.

Cannavaro y Materazzi estaban siendo las dos torres que Donadoni tenía preparadas para acometer la Eurocopa de 2008. Materazzi no es santo de la devoción del seleccionador, pero sabe la seguridad que ofrece el del Inter. Cannavaro es dueño y señor de Italia, capitán, mejor jugador en 2006, titular en el Real Madrid... lo tiene todo. Bueno lo tenía porque ahora no tiene tobillo.

Una inoportuna lesión de Oddo llevó a Giorgo Chiellini a vestir de azul en Austria y Suiza y ahí empezó su cruz. Si con Lippi en el banquillo azzurro las convocatorias de Chiellini eran cuestionadas porque su representante era el hijo del seleccionador, ahora tiene más miradas en contra.

La mala suerte quiso que fuera él quien pisara el tobillo de Cannavaro en una jugada fortuita y, casi, tonta. El jugador perdió la sonrisa del todo cuando se diagnosticó que il capitano se perdería la Eurocopa por la rotura de dos ligamentos. En la cena oficial que dio la embajada de Italia en Austria, Chiellini lloró desconsolado en los brazos del padre de Fabio Cannavaro y pidió perdón por el desgraciado accidente.

Un peso más en su particular calvario llegó en el entrenamiento del día siguiente. En un balón dividido, su bota chocó contra el peroné de Cassano. A otro que le hace falta poco para saltar y que espetó al defensa: "¿Quieres lesionar a todo el mundo o qué?".

Donadoni y Cannavaro lo vieron todo desde la grada y decidieron actuar. El capitán, apoyado en sus muletas, gritó a Cassano: "Dejad a Giorgio en paz. Ya hemos perdido un defensa. No vamos a perder un segundo". Mientras, Donadoni mandó al vestuario al ex del Madrid para leerle la cartilla y recordarle lo que prometió al llegar a la azzurra.

Cassano aprendió la lección y al día siguiente, al más puro estilo Eto"o con Ronaldinho, abrazó efusivamente a un Chiellini que no se creía nada de lo que estaba pasando allí".

La Eurocopa dictará sentencia sobre el defensor italiano. Si estará a la altura de la competición, el país de la bota olvidará, sino, le harán una oferta que no podrá rechazar.