Xabi-Cesc-Silva = 85 kilos de reconstrucción





Las palabras, por desgracia, se las suele llevar el viento pero lo escrito permanece. Y si no lo hace siempre se puede recuperar. Comento esto porque el baño del Barcelona al Madrid se veía venir. No tan exagerado pero sí. No hay color entre uno y otro. Es la realidad. Lo del clavo ardiendo, las cofradías, el espíritu, el coraje y demás mamarrachadas está muy bien para el Móstoles, el Fuenlabrada o el Escalerillas pero si hablamos del Real Madrid, el equipo de fútbol con mayor presupuesto del mundo, se espera algo más que todo eso. Se requiere un equipo con CALIDAD. Y esta cualidad brilla por su ausencia en el Bernabéu a día de hoy. Ya lo avisé, y lo demuestro, a este equipo le falta calidad. Mucha calidad.

El Madrid tiene peones (Lass, Gago –cada día peor-, Javi García o Diarra -cuando se recupere-) pero carece de arquitectos. Esos jugadores graduados en el conocimiento del juego y que viven gracias a la posesión, no a través del balonazo. De cara al año que viene todo lo que no sea firmar tres centrocampistas de calidad será una nefasta planificación deportiva. Curiosamente hay tres figuras que no necesitan adaptación a nuestro fútbol, ni al idioma ni a todo ese tipo de milongas: Xabi Alonso, Cesc Fábregas y David Silva. Tres peloteros de cuidado y que por 20 40 25 kilos, respectivamente, podrían vestirse de blanco. Si no nos engañan y, de verdad, hay tanto dinero en la caja como se promulga, 85 millones por un centro del campo nuevo no es dinero. Créanme. La solución del Real Madrid pasa por rodearse de jugadores que vuelvan a manejar el partido. La épica contra Getafe, Recreativo o Valladolid, con todos los respetos, es propia de equipos de segundo nivel. Y el Madrid, ahora mismo, está en la Segunda División de los mejores equipos de Europa. Así de claro y así de triste.