Mucho se habló de los fichajes del Real Madrid el pasado verano. Particularmente con los de Toni Kroos y James Rodríguez, sobre los que se escribieron ríos de tinta, infinitas columnas, y se llenaron horas de tertulias comparándolos con Di María y Xabi Alonso, las dos salidas de gran magnitud del plantel blanco en el verano pasado.
Apenas hubo que esperar a las primeras semanas de competición para confirmar el acierto de la dirección deportiva en las incorporaciones del alemán y e colombiano. Kroos se echó el equipo a la espalda en la dirección y James se convirtió en un cuchillo desde la segunda línea de ataque.
Nueve meses después, y con la temporada ya finalizada, se puede asegurar que ambos futbolistas han cumplido y superado las expectativas, eliminando de raíz cualquier problema de adaptación que los jugadores podrían haber tenido viniendo a la Liga procedentes de dos competiciones distintas como la Bundesliga y la Ligue One francesa.
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