Por ahora Sergio Ramos está guardando silencio en todo este asunto. Y ganas no le han faltado de hablar después de todo lo que se ha dicho en la prensa y las redes sociales sobre su postura. Pero el jugador se ha mordido la lengua y ha decidido esperar en un segundo plano a que la situación se fuera aclarando. Así, el pasado viernes en Melbourne aseguró que ya "quedaba poco para hablar", por lo que su comparecencia pública podría producirse en breve. En principio su intención es salir a la palestra tras la reunión que tendrán en China con Florentino Pérez, si bien según el diario 'Marca' el presidente le estaría intentando convencer de que diga algo antes de que ambos se vean las caras.
El deseo del mandatario es que Ramos tenga un guiño público hacia el Real Madrid para destensar la cuerda y facilitar un acuerdo durante la reunión. Florentino está convencido de que el sueño del jugador es renovar para concluir su carrera en el Real Madrid y espera un gesto por su parte que le acerque a la afición y que termine de un plumazo con el interés del Manchester United. Pero hoy por hoy el capitán no parece muy dispuesto a mover ficha antes del momento crucial en el que hablen, ya que prefiere no mojarse en ningún sentido en público. Al menos mientras su futuro siga en el aire y siga sin aceptar la oferta de renovación del club. Por eso su intención sigue siendo la de esperar a hablar con el Florentino para aclarar la situación y, una vez que esto ocurra, comparecer ante la prensa para aclarar su posición en todo este 'culebrón'.
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