El brasileño será una pieza cave en el Real Madrid de la temporada 2015-2016. Rodeado por un ejercito de locos bajitos, el carioca es el único jugador que aporte algo de músculo al centro del campo merengue. Cuando Rafa Benítez llegó al banquillo le pidió a la directiva que lo repescara del Oporto. Sabía que la aportación del mediocentro al grupo iba a ser grande y de ahí que los blancos desembolsaran 7,5 millones de euros para traer de vuelta a Casemiro al Santiago Bernabéu.
El técnico no cuenta ni con Illarramendi ni con Lucas Silva, jugadores más del perfil del internacional brasileño, y la continuidad de ambos en el cuadro merengue está en entredicho. Esto, sumado a que, en principio, no se va a fichar a ningún jugador de corte defensivo, dejan a Casemiro como máximo responsable de aportar el equilibrio al equipo cuando este lo necesite, es decir, cuando la diferencia en el marcador sea mínima y el equipo rival esté apretando.
A lo largo del verano se había barajado la posibilidad de que llegara un centrocampista defensivo. Se hablaba de Lucas Biglia, William Carvalho del Sporting de Portugal o el polaco del Sevilla, Krychowiak, pero el que parece que va a llegar es Kovacic. Otro jugón que se suma, así, a la lista de peloteros que tiene el Real Madrid en su medular. Benítez tiene claro a lo que quiere jugar y con un 'stopper' tiene más que suficiente.
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