"Rechazar al Real Madrid fue una decisión muy personal, muy difícil y que había charlado con mi familia y me apoyaba. A veces, la decisión pasa por elegir bien los caminos y la convicción que uno tiene en elegir el camino que va transcurriendo", explica Batalla a medios de su país.
"Mi decisión era quedarme y seguir forjándome en el club que me ha dado todo y más en una época en la que al equipo le van las cosas bien y uno puede disfrutar de cada día aquí. Quería aprovecharlo que el hincha relacione el apellido Batalla con el escudo de River y no el de otro club", prosigue.
Lo cierto es que, aunque se trata de uno de los porteros más prometedores de Argentina, el fichaje de Kiko Casilla procedente del Espanyol y la probable llegada de David de Gea antes del cierre del mercado de fichajes, el 31 agosto dejarían sin hueco a Batalla, quien seguirá creciendo en el equipo de su vida.
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