El Real Madrid tiene motivos para soñar

Los blancos le dieron la vuelta a un resultado como el de Wolfsburgo en dos ocasiones en los años 80.


Bale grita en uno de sus goles con el Real Madrid

Bale grita en uno de sus goles con el Real Madrid




La derrota ante el Wolfsburgo en Alemania ha hecho saltar las alarmas del madridismo, que ve al equipo fuera de Europa. Sin embargo, hay antecedentes de sobra en la historia del Madrid para creer en que un 2-0 no es un resultado definitivo. De hecho, aunque en el global de la Champions sólo el 17% de los equipos remontaron un 2-0, el Madrid lo ha hecho en un 66% de ocasiones en que tuvo que hacerlo.

El balance de los blancos después de perder por 2-0 en el encuentro de ida de una eliminatoria europea es de 2-1 a favor. En dos ocasiones los blancos le dieron la vuelta al resultado en casa, mientras que en una sola, la más reciente, se quedaron a las puertas. En 1980, el Celtic ganó por 2-0 a los blancos y el Madrid le metió 3-0 en el Bernabéu, y eso mismo pasó ante el Inter en 1985. En 1989, los blancos sólo pudieron ganar 1-0 ante el AC Milán.

Es un hecho que un 2-0 fuera de casa es un resultado muy difícil de remontar, porque hay que hacer tres goles y sobre todo porque cualquier gol que encajes te obliga a marcar más por el doble valor de los tantos en campo contrario. Sin embargo, el Real Madrid está más que capacitado para conseguir el éxito en esta eliminatoria. El equipo que jugó en Wolfsburgo fue una sombra de sí mismo y en el Bernabéu su cara cambiará radicalmente.