Mientras desde los estamentos correspondientes le sigan permitiendo ciertas actitudes, Suárez no dejará de ser el peor ejemplo posible. El jugador del Barcelona sigue acumulando comportamientos reprochables dentro del terreno de juego. El pasado martes, en el partido entre Chile y Uruguay, Luis Suárez hizo de las suyas y provocó de manera lamentable a los aficionados chilenos al termino del partido.
Una vez más Luis Suárez está en el centro de la polémica. El delantero estuvo desquiciado durante los 90 minutos. Incluso durante la primera parte tuvo un fuerte encontronazo con Jean Beausejour. Y es que raro es el partido que el jugador del Barcelona pierde las formas y se encara con futbolista del equipo contrario.
Uruguay sufrió una auténtica humillación por parte de los chilenos, algo que no hizo más que cabrear de sobremanera a Luis Suárez. Por si fuera poco, el atacante vio como su ex compañero culé, Claudio Bravo, le detuvo un penalti. Fue la gota que colmó el vaso. A partir de ese momento, la frustración de Suárez fue a más.
Cuando finalizó el partido, la afición chilena festejó por todo lo alto la importante victoria de su país ante Uruguay, algo que no le terminó de gustar a Luis Suárez. Camino del vestuario, el atacante hizo un gesto en el que se puede ver como el charrúa le dedicó una peineta lamentable al graderío del Estadio Nacional.
En Chile no comprendieron la antideportiva acción de Luis Suárez y después de ver por televisión como el punta sacaba a relucir su dedo corazón, han pedido una sanción ejemplar para el barcelonista. Y es que el año pasado, Vargas, jugador chileno, fue sancionado con dos partidos por hacer exactamente el mismo gesto que Luis Suárez, precisamente en un Uruguay-Chile.
El delantero no termina de aprender. Parece que poco o nada le ha servido la sanción que tuvo que afrontar por morder a Chiellini durante el Mundial de 2014. A pesar de que Luis ha reconocido en multitud de ocasiones que trabaja con especialistas para intentar controlar esos impulsos, lo cierto es que no se percibe ningún tipo de mejoría en el delantero.
Más allá de su calidad como jugador, el comportamiento de Luis Suárez dentro del terreno de juego deja mucho que desear. Eso sí, desde su propio club, ese que presume de valores y de señorío tapan y defienden a su jugador.
Su curriculum en cuanto a este tipo de acciones es muy amplio. Ya durante su etapa en el Ajax, donde apenas era un chaval, dejó bastante claro que iba a ser un jugador problemático toda su vida. También en la Premier tuvo multitud de problemas con los rivales. Se le cruza el cable y es capaz de lo peor, hasta el punto que ya ha mordido en tres ocasiones a tres rivales distintos.
Pero de todo eso nadie habla. No interesa. Eso sí, raíz de que Pepe cometiera el error de agredir a Casquero en aquel famoso partido ante el Getafe, el central luso ha tenido que sufrir todo tipo de insultos y de improperios a pesar de que su comportamiento desde entonces ha sido impecable.
Aunque Luis el '9' tiene manga ancha para todo esto. La peineta a los aficionados chilenos es su última bravuconada, pero hay más. Muchas que ni siquiera han sido sancionadas. En España ha realizado agresiones vergonzosas a rivales que los árbitros no han querido ver y que a los estamentos pertinentes no les ha dado la gana de sancionar. Ya está bien de permitírselo todo a este individuo.
Es momento de que alguien se atreva a poner en su sitio a Luis Suárez. Está claro que en ningún caso va a cambiar su comportamiento. Tiene ya 29 años y ya es tarde, pero por lo menos debería cumplir con las sanciones pertinentes y acordes a sus actos sobre el terreno de juego. ¿Hasta cuando vamos a tener que soportar a un futbolista tan impresentable como este? Alguien debería explicar los motivos por los que los jugadores del Barcelona son intocables.
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