Keylor estuvo soberbio ante el Athletic. No falló en un solo balón por alto, mandó a su defensa, estuvo bien con los pies y salvó una ocasión muy clara de gol en el segundo acto. El gato costarricense metió una gran mano abajo para sacar un disparo a bocajarro de Iñaki Williams. El tiro llevaba marchamo de gol pero el gran arquero madridista sacó la mano derecha a pasear para evitar el gol bilbaíno.
Poco pudo hacer en el empate de Aduriz pero, a partir del 1-2, Navas le dio de nuevo gran seguridad a los suyos. Estuvo muy firme en cada balón aéreo y no permitió segundas jugadas. En los últimos minutos de encuentro, le sacó otro buen tiro a Williams tapando de manera ejemplar el primer palo. El Real Madrid necesitaba a un Keylor a ese nivel para coger confianza.
Y es que, los grandes títulos solamente se ganan con un gran delantero y un enorme portero. Cristiano Ronaldo y Keylor Navas son dos auténticos cracks a los que les está costando arrancar en este curso. La mejor versión del costarricense ha aparecido a cuenta gotas pero, por el momento, el Real Madrid no ha pagado las consecuencias. Si Keylor recupera el nivel de 2016, los títulos estarán mucho más cerca. Al 100% es uno de los mejores porteros del mundo…
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