Carvajal desvela su mejor momento como madridista

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Sus comienzos en el fútbol

"Recuerdo que entraba al colegio a las 09:30 y siempre llegaba media hora antes para jugar al fútbol. Además, yo casi nunca me quedaba en el comedor y le decía a mi madre que me dejara jugar al fútbol en el descanso".

Su labor como estudiante

"Quien soy se lo debo a mis padres por los valores que me han inculcado desde niño. El esfuerzo de llegar a casa de entrenar y hacer deberes... todo se lo debo a ellos. Me acuerdo que un examen de inglés que le dije a mi madre que lo había hecho perfecto y me pusieron un 9,75, así que me puse a llorar".

Las rodillas, las más afectadas por su pasión por el fútbol

"Acabé jugando con rodilleras, porque llegaba a casa con las rodillas destrozadas por las heridas y mi madre me ponía rodilleras para protegerme". 

Su primer equipo

"Yo era muy competitivo. En el Lemans jugaba solo en defensa y ya me tomaba los partidos muy en serio. Un día mis padres se enfadaron mucho conmigo porque nos empataron y me salí del campo del cabreo para pedirle a mi padre que fuéramos a casa. Él me dijo que si no quiería jugar vería el partido. Y esa fue una de las mayores lecciones de mi vida".

Su primer partido como aficionado en el Bernabéu

"Recuerdo la primera vez que fui al estadio. Los abonos los teníamos arriba y a mí me daba algo de vértigo... pero pensaba que algún día podría estar allí".

Regalos muy especiales en su Primera Comunión

"Fue un día muy especial para mí porque me regalaron la equipación del centenario y me dijeron que íbamos a hacer las pruebas del Madrid, así que fue un día maravilloso. Tras el primer partido que jugué me hicieron la ficha".

Puso la primera piedra de Valdebebas

"Me lo dijeron durante esa semana. Yo era el tercer capitán del Alevín A, pero podría haber sido cualquiera del Castilla. Estaba muy nervioso y no sabía lo que hacer, así que puse rápidamente la piedra y me fui".

El ascenso del Castilla

"Los dos años del Castilla fueron los mejores de mi vida en cuanto al vestuario. Éramos una piña y al final eso se reflejaba en el campo".

Su experiencia a cargo de Mourinho

"Nos fuimos un fin de semana 12 ó 13 amigos a una piscina natural y me hice una herida por la que me dieron cuatro o cinco puntos. Mientras me suturaban sabía que no podría viajar con el equipo. Me dio tristeza porque había estado muchos años y veía a compañeros que ya habían debutado. Era duro llevar 10 años en el club y seguir sin debutar, porque lo había hecho todo bien con el Castilla, marcando y dando asistencias. Yo decía que si renovaba podría debutar, pero Ginés - su agente - me dijo que no y fue él el que me dijo que tenía la oportunidad de ir Alemania. Yo dije que quería ir para jugar, pero él me comentó que iría a jugar, pero me lo tendría que ganar".

Sus años en la Bundesliga

"Lo más complicado fue despedirme de mis padres. Decidí vivir en Dusseldorf porque allí estaba un ex compañero y así no estaba solo. Eché de menos todo. Me acuerdo un viaje en el que vinieron mis amigos a verme y mi casa era muy pequeña, pero nos metimos todos en ella y les llevé a comer paella a un sitio donde la hacían".

Su vuelta a Madrid

"El club me estaba siguiendo y yo lo estaba haciendo muy bien. Me acuerdo que fuimos a cenar para efectuar la opción de recompra y tenía una gran sonrisa".

Su presentación como jugador del primer equipo

"Pensé que todo sería más llevadero ese día, pero me emocioné, y más con mi familia allí. Son los que te han ayudado a cumplir un sueño. Aunque suene a tópico soy un gran afortunado, porque yo soñaba con jugar aquí".

La Copa del Rey de 2014

"Fue mi primer título. Recuerdo perfectamente la carrera de Bale. Fue mi primer título y además lo ganamos al Barcelona, así que no puedo pedir más".

La muerte de su abuelo

"Fue un momento duro, porque mi abuelo llevaba unos meses en la UCI y yo veía sufrir a mi padre. Son cosas de la vida, él necesitaba descansar. Mi abuelo falleció el día antes de jugar contra el Valencia y el míster me dijo que si podía jugar y yo le dije que claro que sí. El minuto de silencio en el Bernabéu no se me olvidará jamás".

Su recuerdo de Lisboa

"El minuto 93 fue clave y creo que todos nos vimos con la Copa por el estado anímico. Me puse a llorar y se me puso la mente en blanco, viendo a toda la afición y a mi familia... Creo que como la primera vez no hay ninguna y el Madrid llevaba 12 años sin ganarla".

Su lesión en la final de Milán

"Intenté dosificarme para llegar a esa final, pero durante el partido noté mucho dolor con cada pase con el interior. Lo percibí en el minuto 18 y en la segunda parte no estaba cómodo. Así que pensé en no ser egoísta y creó que Danilo lo haría mejor. Fue un día muy triste porque sabía que la Eurocopa estaría de fondo, así que le pedí a Arbeloa que llamara a mis padres y les conté todo".

Su golazo en la Supercopa de Europa