Cuando se ha realizado un gran trabajo, los éxitos cosechados deben celebrarse y no importa lo que se demoren. Cristiano está apurando sus últimas horas libres antes de incorporarse a la concentración de la selección portuguesa y demuestra que está más que feliz por lo conseguido.
Y es que una Liga y otra Champions, la cuarta en su palmarés, bien merecen unos bailes. Como los que se ha marcado en su avión junto a varios amigos y ante la mirada de su novia Georgina Rodríguez, quién no podía ocultar la risa cuando ha visto a su chico moverse al ritmo de la música. Felicidad que se nota, felicidad que se contagia y es que todo es perfecto para Cristiano tras una temporada inmejorable para él en lo colectivo y que tendrá su recompensa en lo individual.
DEJA TU COMENTARIO