Cuando se han conocido las cifras de la operación de salida de James Rodríguez del Real Madrid la Caverna culé ha puesto su maquinaria a trabajar para hacernos creer que el club blanco se ha sumido en la ruina por la etapa del colombiano en el equipo.
Se ve que eso de ingresar más de 40 millones de euros por un jugador que no cuenta para el entrenador en Barcelona se entiende como una ruina total para el Real Madrid, aunque su concepto del éxito y el fracaso es más que diferente al real.
Hay que recordar que en Barcelona se han intentado vender como éxitos rotundos algunos fichajes que han sido auténticos descalabros en Can Barça, como el de Chygrynskiy, por el que pagaron 25 millones y que apenas jugó 15 partidos.
Pero también hay operaciones extremadamente ruinosas en el Barcelona sin tener que recurrir a grandes desembolsos, como es el caso de Douglas, por el que el conjunto azulgrana pagó cuatro millones de euros que estaban destinados a Marco Asensio y que permitió que el Real Madrid se llevase al chaval.
Aunque si hablamos de desembolsos desproporcionados aparece André Gomes, por el que con los variables el Barcelona podría tener que acabar pagando hasta 70 millones de euros, y eso que poco antes habían dejado salir gratis a Thiago Alcántara por no hacerle jugar un partido más para que así hubiese renovado automáticamente.
Lo que pasa es que en Barcelona están cansados de ver operaciones nefastas de su directiva y de ver cómo el Real Madrid no para de fichar a los mejores jóvenes que cuando ven un mínimo atisbo intentar engañar al madridismo para vender un fracaso que no existe.
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