En los últimos años, el Real Madrid ha sido un equipo muy solvente en Europa, cosechando números tanto como local como a domicilio que querrían para sí muchos de los grandes clubes del viejo continente. Estas cifras han llevado a los blancos a ganar tres de las cuatro últimas Copas de Europa, pero de un tiempo a esta parte las cosas no estaban yendo igual de bien fuera de casa, donde los blancos llegaron a encadenar 18 salidas consecutivas sin perder en estos últimos años.
Curiosamente, las únicas dos derrotas cosechadas por el Real Madrid en los últimos 21 encuentros fuera de casa en Europa llegaron en 2 de las 3 últimas salidas anteriores a este martes. Los de Zidane ganaron ante el Borussia Dortmund, consiguiendo un triunfo de prestigio, pero cosecharon derrotas en el Vicente Calderón en la vuelta de semifinales del pasado curso (2-1) y también en Wembley ante el Tottenham hace unas semanas (3-1). Dos resultados que hacían que el madridismo estuviera un tanto ‘preocupado’ de cara a la visita al APOEL, trascendental para el destino del equipo en esta Champions.
La derrota en el Calderón sirvió para ir a Cardiff
Zinedine Zidane no estaba para nada preocupado, ya que las dos derrotas más recientes a domicilio en Europa fueron resultados que podían darse. En especial la del partido del Vicente Calderón, el último derbi en el antiguo estadio del Atlético de Madrid. Los blancos cayeron por 2-1, pero hicieron valer el 3-0 de la ida para clasificarse para la final de Cardiff, que acabarían ganando (4-1) frente a la Juventus para coronarse como campeones de Europa por duodécima vez.
El pinchazo de Wembley sí que hizo más ‘pupa’, porque alejaba al Madrid del objetivo de la primera posición de su grupo en esta primera ronda, a pesar de que los blancos seguían teniendo todas consigo para lograr el pase a octavos. Sea como sea, Zidane sabe de primera mano que estos resultados no definen para nada al equipo, que a pesar de que no está teniendo la suerte de cara no está en un estado tan malo futbolísticamente hablando como algunos pretenden hacer creer.
Victoria en Nicosia y a octavos de final
Con todo y con eso, el Real Madrid consiguió la victoria ante el APOEL de Nicosia y de este modo ya es equipo matemáticamente de los octavos de final de esta Liga de Campeones. El equipo blanco vuelve a las eliminatorias un año más y luchará, como cada año desde el pasado 2011, por estar entre los mejores del viejo continente. De hecho, el equipo ha estado como mínimo en semifinales desde ese año, algo que no puede decir ningún otro equipo en toda Europa.
El Real Madrid llegaba en un momento delicado a este partido tras quedar a 10 puntos del FC Barcelona en la lucha por la Liga, pero no olvidemos del equipo que estamos hablando. Un equipo de leyenda, una plantilla plagada de futbolistas de clase mundial que no quieren dar por perdido el campeonato y luchará hasta el final sean cuales sean las circunstancias. Este martes han empezado a demostrar que les corre sangre por las venas.
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