El técnico de Setúbal es un hombre muy querido por una parte de la afición madridista y muy odiado por otra parte. La división del madridismo quedó patente, en 2013, con la salida del portugués y ahora podría reproducirse, nuevamente, con la llegada de Mourinho al banquillo. El currículum de 'The Special One' no deja ninguna duda, sin embargo, vendrá con una exigencia máxima: hacer la limpieza de vestuario que no pudo terminar en el pasado.
Sergio Ramos y Marcelo, los dos capitanes, estarían prácticamente sentenciados por Mourinho. Terminaron muy mal su relación con el técnico luso, al igual que Cristiano, pero a diferencia que su compatriota y excompañero de vestuario, CR7 sí hizo las 'paces', posteriormente, con él. Al de Camas y al brasileño les caería como un jarro de agua fría tener que volver a verse las caras con José Mourinho todos los días en Valdebebas.
Menos impacto y más fichajes
Otros como Keylor Navas, Isco, Ceballos, Benzema, Odriozola y Vallejo tendrían mucho menos impacto y deberían convencerle para seguir en su 'barco'. Y el portugués, claro está, pedirá fichajes y pedirá galácticos. Si no le satisfacen es imposible que pueda volver a sentarse en el banquillo madridista. Su relación con Florentino es excelente y si le hace el gusto, Mou volverá a ser el técnico blanco. ¿Le conviene al Real Madrid esa situación ahora mismo?
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