Los futbolistas entienden el discurso de Solari y van “a muerte” con él, según confesó Odriozola después del encuentro en Vigo. El ex del Castilla se ha ganado al vestuario, a la directiva y a todo el madridismo en después de cuatro victorias convincentes, en las que Solari y sus pupilos han ido de menos a más, sobreponiéndose a varios contratiempos en forma de lesiones aunque sin tocar el sistema (4-3-3).
Solari les ha dado más libertad de movimientos y ha dejado en el olvido el 4-2-3-1 con el que jugaba en el Castilla. El argentino ha tomado decisiones importantes en la portería, con Vinicius, los canteranos y más jóvenes y los ‘banquillazos’ de Asensio o Isco. Demuestra que no le tiembla el pulso, pero después de la exitosa ‘era Zidane’, el sistema sigue siendo el mismo, aunque, ese sentido, las exigencias son menores.
“Lo que funciona no se toca”, es una de las máximas del fútbol que Solari está cumpliendo. Aunque, ante las innumerables lesiones, el argentino ha apostado por jugadores, que estaban en el ostracismo con Lopetegui y que han demostrado que son capaces de cargar con la responsabilidad que obliga la elástica blanca.
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