Los días van pasando y cada vez está más cerca el cierre del mercado de traspasos. La labor era dura, había que hacer todo un trabajo de chapa y pintura para remodelar la plantilla blanca, algo que incluía realizar numeros movimientos tanto en concepto de llegadas como de salidas.
En lo que a llegadas se refiere, practicamente todo ha ido según lo previsto, y las llegadas de
Hazard,
Jovic,
Rodrygo,
Militao y
Mendy han ido según lo previsto, pudiendose cerrar cada una de las operaciones en los primeros días de mercado, tal y como
Zidane y
Florentino esperaban.
Sin embargo, respecto a las salidas las cosas no han salido tan a pedir de boca y se han confirmado los mayores miedos existentes en la directiva blanca: la dificultad a la hora de vender ciertos jugadores.
(La falta de ética de este medio con Zidane)
Desde la zona fuerte del club ya se intuía desde el final de la temporada pasada que había ciertas salidas que se iban a realizar sin ningún tipo de problemas, como la venta de
Theo o las cesiones de
Odegaard y
Reguilón, pues sus buenas temporadas en sus respectivos clubes les han valido para que al
Madrid le llegaran varias ofertas a las oficinas.
Por otro lado, también existía el temor a que la venta de ciertos jugadores se complicase por unos u otros motivos, siendo el estancamiento de las operaciones por
James,
Bale y
Ceballos lo que realmente preocupa, pues se pretendía hacer caja con ellos.
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