El partido empezó con un protagonista que, no por esperado, dejó de ser noticia: la lluvia. El diluvio universal que caía sobre el Cardiff City Stadium nos permitió ver el saludo de capitanes más madridista posible, el realizado por Bale y Modric, con el agua calándoles a más no poder. Una imagen de las de antes, de las que dan emoción a los minutos previos.
Croacia se encargó de agitar el marcador desde muy pronto con un tanto de Vlasic a los 9 minutos. Gales intentó responder por medio de Bale. El jugador madridista estuvo cerca de poner el gol del empate pero Livakovic, con una gran parada, evitó que el misil del ‘11’ del Real Madrid acabara en el fondo de la red de los croatas.
A pesar de ello, Bale no se dio por rendido en ningún momento y, justo antes del descanso, encontró el mejor premio que se puede tener, el gol. El jugador del Madrid controló el balón entre líneas y ante la salida del portero visitante la superó con un remate raso. La afición galesa se volvió loca de alegría, un justo premio porque su equipo estaba siendo mejor y no merecía ir perdiendo al intermedio.
La recta final del partido nos dejó las peores noticias posibles para el Real Madrid. Modric se tuvo que retirar lesionado tras sufrir un golpe con Wilson. Luka pidió el cambio rápidamente, aparentemente con un fuerte dolor en la rodilla. El jugador madridista se tuvo que marchar del campo cojeando de forma ostensible. Una pinta terrible para Zidane pensando en lo que se le avecina al Madrid. Poco después era Gareth Bale el que encendía la luz de alarma. El galés empezó a cojear de forma evidente aunque acabó el partido. Las sensaciones tampoco parecían las mejores. Habrá que esperar a los dictámenes médicos pero lo de Modric tiene una mala pinta terrible y lo de Bale puede hacerle perderse algún partido, ¡¡parón maldito para el Madrid!!
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