El técnico francés ha utilizado dos esquemas durante la temporada (4-3-3 o 4-4-2; en pretemporada probó el 3-5-2 que no pareció convencerle), pero jamás había empleado el 4-5-1 que llevó a examen este miércoles ante el Valencia en la ida de la Supercopa de España. Acertó de pleno. (Noticia DC: aunque no se diga, el Madrid tiene claro a quién quiere en la final)
El Real Madrid, más concretamente Zizou, renunció a Rodrygo o Vinicius como acompañantes de Jovic, pero monopolizó la posesión y volvió a reencontrarse con el gol hasta en tres ocasiones. Jugadores como Modric e Isco, con Casemiro, Valverde y Kroos por detrás, estuvieron más liberados de tareas defensivas y fueron decisivos con un gol cada uno.
El Madrid venció y convenció y lo hizo sin Asensio, Hazard, Bale y Benzema, titular indiscutible. El balear tendrá que esperar hasta abril, pero el belga y el galés volverán de forma inminente al grupo y Zidane deberá ‘mojarse’ en las grandes citas después de haberse metido en un bendito lío ante el Valencia con la novedad de los cinco centrocampistas.
El preparador blanco, con la mayor de la plantilla disponible en el tramo final de la temporada, deberá decidir qué le conviene más al equipo en partidos donde se juegue el todo por el todo por los títulos: Isco-Modric, con el dominio del balón total y absoluto; o Hazard-Bale, con juego más vertical y directo. Esa decisión puede generarle más de un quebradero de cabeza a Zidane.
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