De manera justa, la Liga ha intervenido ante lo que sucedió la localidad navarra y ha denunciado lo que vio conveniente. Sergio Ramos hizo el 1-2 en el encuentro, a falta de pocos minutos para llegar al descanso. Este lo celebró con el resto de sus compañeros, y la afición rugió y se comportó como verdaderos radicales. Mensajes que deben ser ilegales y lanzamiento de objetos que pueden afectar físicamente a la víctima.
En el fondo sur hasta 400 aficionados del Osasuna mostraron pancartas con los lemas “1987” y “Lizarra”. Entre sus voces se escuchó la frase “Ramos muérete”. Considerando todo esto como ilegal, la Liga ha actuado de forma correcta denunciándolo. Este tipo de detalles hacen que el deporte se limpie de aquellos que no saben valorarlo. Un encuentro en El Sadar es enfrentarse al infierno, (aquel en el que el conjunto blanco salió victorioso por 1-4.)
En la celebración del segundo gol del Madrid, desde la grada se lanzó un mechero con la intención de impactar en el cuerpo de Ramos. El objeto, afortunadamente, no tocó al capitán del club merengue y salió ileso de semejante situación. Un partido de fútbol no es ninguna ‘guerra’, es un deporte en el que el único fin es competir y la diversión. Hay que aprender a perder, no siempre se puede ganar.
DEJA TU COMENTARIO