El Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza, está muy bien saneado y puede presumir de un musculo económico que le ha hecho esquivar el ERTE, aunque los directivos, los cuerpos técnicos y las plantillas de fútbol y baloncesto sí que han sufrido una rebaja salarial. (Exclusiva DC: el Leipzig prefiere que Upamecano vaya al Madrid y no al Bayern)
Sin embargo, esta ventana de traspasos veraniega va a ser completamente distinta a lo que estamos acostumbrado a vivir en los últimos años. Los grandes clubes no podrán permitirse realizar grandes desembolsos en estrellas, por lo que es clave mantener el bloque actual del que disponen.
La entidad madridista reforzará el equipo, pero se es consciente de que no podrá firmar a Mbappé, Haaland o Pogba de forma sencilla este verano. Habrá que esperar, como también habrá que hacerlo para ver salidas sonadas del Santiago Bernabéu. James o Bale, sí, pero el resto no.
Zinedine Zidane no cuenta con el colombiano o el galés y, ‘a priori’, ambos saldrán de la disciplina madridista, pero el técnico francés no quiere desprenderse de más futbolistas importantes ante la dificultad que entraña el fichaje de otros como los tres mencionados anteriormente.
De esta forma, el Madrid seguirá la tónica habitual de estas temporadas, la de mantener el bloque que le ha llevado a hacer historia en el último lustro. Habrá retoques, tanto llegadas como salidas, pero la crisis no le permitirá hacer ninguna revolución en el actual proyecto.
Convine recordar, tal y como hemos avanzado este domingo en Defensa Central, la intención del club blanco en renovar a Varane e Isco, dos piezas fundamentales para Zidane en las últimas temporadas, pero que aún tiene mucho futuro en el Bernabéu por delante.
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