Vinicius Jr vio el partido desde el banquillo, ni siquiera se quitó el chándal para calentar, mientras que Hazard dio la sensación que nunca saltó al césped. El belga pasó de puntillas en un partido dónde debió asumir responsabilidad. Zidane no le sustituyó hasta el minuto 83', cuando ya era demasiado tarde para mandar el partido a la prórroga. (Exclusiva DC: el Madrid se va de la Champions con pena, pero de la temporada con nota).
Al Real Madrid le faltó profundidad y eso lo hubiera aportado, sin lugar a dudas, Vinicius Jr. Un futbolista vertical, rápido, asociativo y con capacidad para crear peligro. Justo lo que le faltó al Real Madrid en ataque, que salvo alguna genialidad de Rodrygo o Benzema, no lograron aproximarse a la portería de Ederson.
Conviene resaltar que, lo que le dio al Real Madrid el título de Liga, fue lo que no estuvo presente en el Etihad. Este año los blancos se han caracterizado por una defensa bien armada, que apenas ha encajado goles, y anoche, sin Ramos, se mostró una fragilidad atrás tremenda. Sin Sergio Ramos a Varane se le vio perdido. (Varane dio la cara tras su nefasto partido y se culpó de los errores).
Es posible que el francés quisiera asumir tanta responsabilidad y eso le jugó en contra. Aún así, como ya venimos publicando en este periódico, no hay que martirizar al galo por sus errores. Él fue el primero que dio la cara tras el partido y asumió el mea culpa. Eso le dignifica.
En definitiva, fue un cúmulo de cosas lo que provocó que el Real Madrid no esté en cuartos de final de su competición fetiche. En el Etihad no se cumplieron las expectativas, pero es que en el Bernabéu tampoco. Es cierto que era otro Madrid, el antecesor al que llegaría tras el confinamiento, pero ahí fue dónde ya se agotaron gran parte de las posibilidades de los blancos para pasar de eliminatoria.
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