El carioca se convirtió en el traspaso más caro de la historia del club. Sin embargo, no contó con el respaldo de los técnicos y se tuvo que marchar cedido al Bayern (dónde fue campeón de Europa). Ahora, arrepentidos, le han recuperado y parece que Koeman piensa darle un sitio en su once. Por lo tanto, los 14 partidos ya se dan por sentados que los jugará.
Lo único seguro es que el Barça está sumergido en una crisis económica e institucional tremenda. Fichan a Sergiño Dest por 20 kilos más variables y todavía no han pagado al Liverpool por el traspaso total de Coutinho, que llegó hace dos años. Tampoco han abonado el finiquito de Quique Setién, quién ya anunció que emprendería medidas legales contra el club catalán.
La gestión de Bartomeu ha sido un completo desastre. Perdió a Neymar, fichó a Coutinho y Dembélé, 'regala' a Suárez al Atlético y a punto estuvo de convertirse en el presidente que dejó salir a Leo Messi. Tras el 2-8 en Champions con el Bayern anunció una revolución de la plantilla y vacas sagradas como Piqué, Busquets y Jordi Alba siguen siendo titulares.
Con la crisis del coronavirus han tenido cientos de millones de euros en pérdidas y tienen el valor de filtrar que intentarán fichar a Mbappé en 2021. Todo con el objetivo de encarecer la operación para el Real Madrid, que sí es un candidato serio para hacerse con los servicios del delantero francés.
Primero que se preocupen de pagar todos los variables al Liverpool por Coutinho, que parece que están demasiado lejos de conseguirlo. Por lo pronto, tienen que ir preparando 5 millones de euros cuando el brasileño juegue 14 partidos más (curiosamente el mismo dorsal que porta en la camiseta). El ridiculé no cesa.
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