Como ya había advertido previamente Zidane en la rueda de prensa, los jardineros del equipo madridista se encargaron de poner a punto el césped del campo número 3 de Valdebebas para que los futbolistas pudieran llevar a cabo una sesión en la que no faltaron ni los guantes ni los gorros.
Toda prenda era poca con tal de mitigar el espectacular frío de la capital. Eso sí, según empezaban a pasar los minutos, el césped se volvía a teñir de blanco. La nieve no daba tregua. Como anécdota, destacar que el único jugador que entrenó con pantalones cortos fue Toni Kroos.
Al igual que ha venido sucediendo en los entrenamientos previos, Zidane pudo contar con todos los jugadores de la plantilla salvo dos excepciones, Carvajal, aún renqueante de un pequeño problema físico que se produjo en el último choque ante el Celta, y Rodrygo, lesionado de mayor gravedad. En el caso del primero su ausencia en el entrenamiento no supone una gravedad extrema porque se encuentra sancionado y, por tanto, Zidane ya tenía asumido que no iba a poder contar con él para medirse al Osasuna.
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