El Real Madrid mereció ganar, mereció salir líder del Di Stéfano. Porque tras una primera parte equilabrada, salió arrollador en la segunda, con buenas decisiones de Zidane desde la banda, con una ambición brutal de todos los jugadores, que demostraron querer LaLiga.
Pero el VAR se cruzó en su camino en la jugada del campeonato. Encaró Benzema a Bono, le regateó y fue derribado. Penalti como un piano. (El presidente de la Serie A: "La Juventus, excluida del Calcio si se mantiene en la Superliga")
Pero el VAR echó la cinta para atrás y encontró una mano de Militao. Y Martínez Munuera decidió que entonces fueran Atlético y Barcelona los que se jugaran LaLiga.
La polémica en Valdebebas ha cruzado fronteras y el periódico francés L'Equipe se ha hecho eco de la monstruosidad arbitral vivida en Madrid el pasado domingo:
"El increíble penalti pitado contra el Real Madrid, con el uso del VAR", titulaba el medio francés. El madridismo vuelve a estar una vez más indignado con la actuación arbitral. Un hecho que se ha repetido demasiadas veces esta temporada, con infinidad de jugadas polémicas.
ZIDANE PIDIÓ EXPLICACIONES AL ÁRBITRO
Y es que el árbitro se tragó una mano en el área sevillista, que ni siquiera fue a consultar a la pantalla.
Una jugada parecida, con Jordan golpeando el esférico. Pero en esa ocasión no señaló el punto de penalti. Cosa que si ocurrió con Militao, tras verla en la pantalla, ya que en un principio no había señalado nada.
Pero esta vez hay un hecho que marca el sentimiento blanco. Y es que cómo debió ser el atraco que hasta Zidane le pidió explicaciones al árbitro.
El técnico francés suele estar aleado de todas las polémicas. Es muy difícil verle protestar. Y no es como otros entrenadores que montan el espectáculo en la banda.
Tampoco suele hablar mucho de los árbitros en rueda de prensa. Y es que él está concentrado en dirigir al equipo.
Pero las imágenes de Zidane conversando con Martínez Munuera sobre el penalti de Militao demuestran la incredulidad en el equipo con sus decisiones.
Y es que nada más terminar el partido, el entrenador madridista se dirigió al centro del campo para exigirle explicaciones.
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